VALÈNCIA. Esta mañana o nunca. El Levante ha de decidir hoy mismo, antes de que el primer equipo retome los entrenamientos esta tarde, si Mehdi Nafti se sienta en el banquillo la próxima jornada intersemanal ante el Mirandés. Será en Anduva este jueves y ese podría ser el salvoconducto del franco-tunecino para mantenerse en el cargo una jornada más pese a la grave derrota frente al Racing de este domingo. El club no decidió en la misma noche de ayer ante la ausencia de Felipe Miñambres, que se encuentran en Astorga por el fallecimiento de su madre en la madrugada del mismo día de partido. De no ser por ese fatídico hecho, director deportivo, presidente y Consejo de Administración hubiesen mantenido una primera reunión tras la derrota.
Hoy tiene lugar en la localidad leonesa el velatorio de la madre de Miñambres, por lo que el ejecutivo astorgano no estará de cuerpo presente en la decisión definitiva que mantenga o no a Mehdi Nafti en el barco. El técnico dejó caer en sala de prensa que se sentía respaldado y advirtió que no teme por su puesto, al tiempo que reconoció que todavía no había mantenido una conversación con el presidente. Ni tampoco tenía previsto hacerlo. A la postre, el preparador franco-tunecino durmió este domingo todavía al timón de una plantilla cuya confianza en el entrenador está descendiendo irremediablemente. El vestuario granota está unido por el objetivo y por sacar la deplorable situación clasificatoria adelante -el club deambula dos puntos por encima del descenso-, pero no todos ellos se adicionan entorno a la figura de un técnico que generó el caos con el plantemiento ante el Racing.
La permuta de posiciones de Iborra en la segunda parte, el bajón de rendimiento de Pepelu ante la descobertura total del centro del campo, el padecimiento defensivo inusual este curso y la falta de clarividencia en ataque pesan en la mochila de Nafti. La mala racha del Levante ya dejó atrás el calificativo de 'accidente' toda vez que el conjunto ha sumado uno de los últimos doce puntos y ha firmado dos derrotas consecutivas como local. El choque frente al Racing, un rival al que cuadruplica en valor de plantilla, fue un constante ida y vuelta en que, incluso con esas reglas, el Levante fue ostensiblemente inferior a su rival. Son hechos que hoy ponen más en tela de juicio que nunca la figura de un Mehdi Nafti que se mostró reflexivo y autocrítico en sala de prensa, pero visiblemente entero respecto a su futuro.
Ahora se abren dos posibles escenarios. Por un lado, sin Miñambres en las oficinas de Orriols, pero sí con Ángel Medina, con la directriz del director deportivo desde la distancia y con la presión del Consejo de Administración, el club podría cortar la etapa de Nafti en la entidad. Quico Catalán se encomendará a la opinión de Miñambres, a quien entregó la bandera de la planificación deportiva desde su llegada el pasado mes de febrero. La iniciativa es de Felipe Miñambres, quien, en caso de despedir al entrenador, tendrá que iniciar un nuevo proceso de fichaje del nuevo inquilino del banquillo. Mientras tanto, y con jornada intersemanal de por medio, Chema Sanz podría coger las riendas del equipo en Anduva. De hecho, el valenciano podría entrenar al equipo esta misma tarde. Por contra, se abriría otro telón si Nafti tuviera una oportunidad más: el franco-tunecino viajaría a Miranda del Ebro, donde en caso de cosechar un buen resultado podría mantenerse tambaleante en el cargo a pesar de que en el propio Consejo existen voces discordantes con esa posibilidad.