Copa y circo

VALÈNCIA. Me parece espectacular que el encuentro de la primera ronda de la Copa del Rey que el Valencia tiene que disputar ante el CD Utrillas, un modesto equipo de la Regional Preferente aragonesa, se dispute a partido único en el campo de La Vega. Quizás el recinto deportivo de este pequeño municipio minero de tres mil habitantes escasos no sea el más apropiado para recibir a un conjunto de Primera división, pero ahí radica la grandeza de esta impresionante contienda. La Copa es la competición de todos. Incluso de los más humildes. Debe ser igualitaria y justa como ninguna. Por eso, el innovador proyecto de la Federación Valenciana “La Nostra Copa”, en el que participan 358 equipos de la Comunitat en busca de poder medirse a un grande la próxima temporada, es una de las mejores iniciativas de los últimos tiempos.

La Copa del Rey es una competición que le ha dado muchas alegrías al Valencia a lo largo de su historia. Pero también muchos disgustos. La ha ganado hasta en ocho ocasiones. La última, la de la temporada 2018-2019, disparó en la afición de Mestalla una alegría inversamente proporcional a las consecuencias que provocó. Significó el adiós de Marcelino & Mateu Alemany y la voladura de un proyecto deportivo ganador. La Copa es un torneo que al Valencia le va como anillo al dedo. No solo por la particular idiosincracia de este club, sino también por el ADN de la actual plantilla. Estoy seguro que con Pepe Bordalás en el banquillo, el Valencia va a ir a disputarla con todo. La podrá ganar o no, pero seguro que llegará hasta donde le alcancen sus fuerzas.

De cara a este partido, el CD Utrillas le ha recordado al Valencia que ellos, por debido a su condición de local, jugarán de blanco. Aquí radica lo que puede ser el punto ingrato (por llamarlo de alguna manera) de esta eliminatoria. Porque el club de Mestalla, pese a que asegura buscar alternativas para decidir el color de la camiseta con la que disputará el encuentro, se plantea jugarlo con su tercera equipación. Esa polémica camiseta de color azul en la que no figura el escudo del club en el pecho. Meriton se vuelve a ciscar en lo más sagrado: el escudo y la bandera. Por mucho que quiera blanquearlo a través de la Fundación. No me extraña. Perder la señas de identidad es el punto número uno de su agenda diaria. Lim Go Home!.

El circo de Mestalla

He leído en Culturplaza sobre el proyecto “Enjoy the City” del estudio valenciano Quatre Caps sobre los usos alternativos de los espacios olvidados de la ciudad de València. Me ha parecido interesante y divertido. Sobre todo porque planean una carpa de circo para el inacabado Nou Mestalla. La idea no puede llegar en un momento más apropiado. Primero porque el estadio lleva mucho tiempo parado y, pese al dinero de CVC, me da que Peter Lim no está por la labor de terminarlo. Segundo, porque el Valencia, desde la llegada de Meriton, se ha convertido en un circo. Pero en un circo malo (con todos mis respetos a quienes se dedican a esa noble profesión). En ese circo valencianista hay un gran domador, Pepe Bordalás, y jugadores que pelean como fieras cada partido. También muchos empleados que realizan una labor de acróbata o funambulista ante cada histriónica decisión de la propiedad. Y luego están los payasos. Todos tenemos muy claro quienes son los payasos….