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NATACIÓN

Núria Marquès y las complicaciones en la preparación de los paralímpicos

20/03/2020 - 

BARCELONA (EFE). Ahora mismo los Juegos Olímpicos de Tokio, programados del 24 de julio al 9 de agosto, son el gran acontecimiento deportivo de la temporada que aún no se ha suspendido o aplazado. De la mano de los Juegos Olímpicos van los Juegos Paralímpicos, que empezarían el 25 de agosto y terminarían el 6 de setiembre, si la pandemia del coronavirus lo permite.

Allí quiere estar la nadadora Núria Marquès (Castellví de Rosanes, 1999), quien en Río ganó dos medallas, una de oro (400 metros libres) y otra de plata (100 metros espalda) con tan solo 17 años.

"Están siendo días duros para mí porque llevaba encima una buena preparación de cara a los Juegos que había empezado en septiembre", explicó a EFE Marquès. La deportista catalana no entra en una piscina desde el viernes pasado, cuando se entrenó por última vez en el CAR de Sant Cugat.

Ella formaba parte del grupo de deportistas que estaban destinados a confinarse en el centro de alto rendimiento para seguir con su preparación para los Juegos. La idea se cayó cuando un miembro del equipo médico dio positivo por coronavirus. "Hasta el último momento intentamos quedarnos allí, pero ahora toca hacer caso a las autoridades sanitarias y cuidarse", dijo la doble medallista olímpica.

Los deportistas de agua son los que más están notando el parón porque según los expertos, y los mismos protagonistas, necesitan sentir las sensaciones de la piscina a diario para llegar a su mejor estado de forma. "Precisamente por este motivo, en verano tan solo hacemos dos semanas de vacaciones. Ahora ha sido como poner estas vacaciones justo en medio de la temporada, en el momento más inoportuno. Cuesta de asimilarlo", explicó Marquès.

Nació con una discapacidad en la pierna izquierda, donde el fémur en esta extremidad era más corto que el de la derecha y los médicos decidieron amputarlo y ponerle una prótesis.

Las próximas competiciones que había en el calendario de la natación paralímpica debían servir para conseguir las marcas mínimas clasificatorias para los Juegos. Después de la parada obligatoria por la epidemia del coronavirus nadie sabe cuándo se celebrarán, si es que se podrán disputar en condiciones normales. El Comité Olímpico Internacional informó esta semana de que está estudiando posibles soluciones alternativas.

"La situación desgasta mucho psicológicamente. Y, en el caso de los nadadores paralímpicos, venimos de dos años en los que se nos han aplazado otros campeonatos por unas causas u otras", se lamentó Marquès.

Estos días en casa está llevando a cabo una rutina muy adaptada al material que tiene y en la que se da mucha importancia a las flexiones, las abdominales y las sentadillas para no perder la forma física. "Cada mañana hago un circuito de una hora y media", explicó. En cambio, en el CAR de Sant Cugat hacía cuatro horas diarias de piscina y dos de gimnasio. "Al fin y al cabo, lo que hacemos en el gimnasio es ganar fuerza para ponerla en práctica en la piscina, y ahora no podemos", añadió.

La buena noticia es que ante el contratiempo el Comité Paralímpico Español ha enviado máquinas a los deportistas con opciones de ir a Tokio para que puedan seguir entrenándose de la manera más eficaz posible. En el caso de Marquès, le ha llegado una que sirve para simular brazadas.

"La intención era llegar a los Juegos en las mejores condiciones después de haber vivido un sueño en Río y repetir las marcas que hice (ganó el oro en los 400 metros libres con un tiempo de 4min 42s 46m). Repetir las medallas ya es más difícil porque han aparecido nuevas rivales que están muy fuertes", admitió la nadadora catalana.

Los referentes de Marquès, que en mayo cumplirá 21 años, han sido otras nadadoras paralímpicas españolas como Teresa Perales, Sarai Gascón y Michelle Alonso. "Desde pequeña han sido el espejo que me ha motivado para seguir creciendo. Ellas me han ayudado a cumplir los objetivos que he conseguido hasta ahora y espero que yo también pueda llegar a ser un referente para los niños y niñas que empiecen en la natación".

La vida de Marquès previa al confinamiento era muy movida. Compaginaba los entrenamientos en el CAR de Sant Cugat con los estudios de fisioterapia en la Universitat Autònoma de Barcelona. Prácticamente no pasaba tiempo en casa. Así que aprovecha las circunstancias actuales para compartir momentos con su familia y compartir videollamadas con los amigos, además de hacer clases online de la universidad por Skype. 

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