El Levante arranca muriendo en la orilla

VALÈNCIA. El Levante se dejó dos puntos en el Nuevo Mirandilla después de controlar el encuentro prácticamente de principio a fin. La obra de arte de Morales en la primera mitad permitió a los granota mandar y ser mejores sobre el tapete hasta que el Cádiz decidió despertar a veinte minutos del final. Fue entonces, y arrastrado por las lesiones de Soldado y Dani Gómez, cuando el conjunto de Orriols comenzó a ceder metros y ocasiones a un rival que no destacó por su creatividad para descolocar a la permisiva defensa del Levante. Espino hizo el empate en el 96 tras un descuento largo, de 7 minutos, y los visitantes se marcharon con la sensación de haber perdido una victoria de manual. Arranca con mal pie La Liga del Levante.

Y es que el cuadro levantinista comenzó gobernando de manera clara el encuentro. No solo por el dominio de la pelota made in Paco López, sino también con ocasiones. De Frutos gozó de la más clara pasados los 10 minutos de juego en un disparo lejano que obligó a Ledesma a estirarse; y Morales avisó más tarde con un lanzamiento precipitado tras una presión de Campaña que había sometido a la zaga amarilla. La posesión granota incomodó al Cádiz siempre que el sevillano actuaba de timón y el vértigo del Levante se desplegaba por los costados. Los andaluces compadecieron con un balón a la espalda en el que Clerc anduvo lento y habilitó a Salvi, pero Aitor estuvo atento para despejar de cabeza en plancha.

El sobo de pelota no era suficiente para los visitates mientras, en las jugadas a balón parado, la anarquía reinaba a la luz de la pasada temporada. Y las anteriores. En una jugada ensayada -no demasiado elaborada- dentro de una falta lateral, Salvi se descolgó y cedió para que Negredo marcase en fuera de juego. Estaba ligeramente adelantado el vallecano antes de que, en otra ocasión, Róber Pier estuviese a punto de regalarle al Choco Lozano el primer tanto con un despeje defectuoso con la testa. 

Pese a la zozobra defensiva, el Levante estaba mejor plantado que su rival en el Nuevo Mirandilla. La verticalizad caracterizó a un conjunto de Orriols que Morales puso por delante antes del descanso. Una nueva obra de arte del Comandante. Melero merodeaba en tres cuartos y, lejos de buscar una apertura horizontal o un desmarque de Soldado -que también ingresaba solo en el área- cedió para el capitán: primero controló con la suela y, después, casi sin mirar al marco de Ledesma, encontró su escuadra izquierda desde la frontal. Entonces la parálisis llegó al elenco de Álvaro Cevera, que acabó el primer tiempo manitatado. Roger y Soldado pudieron ampliar la distancia antes del descanso.

El segundo acto arrancó con mala noticia para el Levante en forma de lesión. Roberto Soldado se rompió. Las quejas del valenciano sobre los isquios de su pierna derecha obligaron a Paco López a introducir el primer cambio de la contienda y el técnico no movió un ápice su apuesta: entró Dani Gómez para mantener el sistema de dos puntas acompañados de dos extremos a los costados. Eso sí, el entrenador de Silla se protegió minutos más tarde retirando a Roger -desacertado- y armando con Bardhi el círculo central. El 4-4-2 clásico continuó con Morales en fase ofensiva.

Las ocasiones comenzaron a brillar por ausencia hasta que Haroyan pudo empatar de cabeza en un córner. Nadie marcó al armenio y su testarazo provocó la parada de Aitor en su primera aparición en el partido. Fue ese instante, a veinte minutos del final, el que permitió al Cádiz coger aire fresco e ir con insistencia a por las tablas. Por si fuera poco, otra lesión cayó en la balanza del Levante, precisamente de Dani Gómez después de relevar a Soldado. Entonces sí, y vista la ruta del encuentro, Paco López empezó a amurallar su terreno.

Aún así, la sentencia la tuvo Morales. Otra vez Morales. Perea cedió una asistencia horizontao, al centro, y allí el capitán cabalgó hasta conseguir el mano a mano con Ledesma. Lo erró al enviarlo a la cepa del palo buscando el lado corto del meta argentino. Igualmente tuvo que terminar sufriendo el cuadro visitante para, finalmente, morir en la orilla. Un centro lateral logró que Espino ganara la partida a Son y rematara para poner el empate a un minuto del final para incredulidad del técnico levantinista. Así se marchó el Levante de la tacita de plata, con un empate con un terrorífico aroma a derrota y con una sensación creciente de no haber sabido cerrar el encuentro.

Ficha técnica: 

Cádiz CF: Ledesma; Akapo, Fali, Haroyan (Chust, m. 80), Espino; Jonsson (Carcelén, m. 70), Alarcón, Salvi, Álex Fernández (Jiménez, m, 80), Lozano (Osmajic, m. 70) y Negredo (Perea, m. 58)

Levante UD: Aitor Fernández, Miramón, Duarte, Róber Pier, Clerc, Melero (Bardhi, m. 62), Campaña (Malsa, m. 79), De Frutos, Morales, Roger (Pablo Martínez, m. 62) y Soldado (Dani Gómez, m. 47) (Miramón, m. 79)

Goles: Morales (0-1, m. 38); Espino (1-1, m. 96)

Tarjetas: Melero (m. 20), Soldado (m. 46), Campaña (m. 61), Duarte (m. 82), Morales (m. 93) por el Levante; Espino (m. 27) por el Cádiz