Tragedia de categoría en Orriols

VALÈNCIA. El Levante vivirá un año más en Segunda División. De la forma más cruel, a través de una tragedia sin igual que nadie olvidará en Orriols. El levantinismo celebraba el ascenso cuando, en el último minuto de la prórroga, un penalti por mano de Róber Pier, previo largo paso por el VAR, acabó enterrando todos los sueños y los gritos de júbilo granotas. Villalibre vacunó en el 130' y silenció un Ciutat sumido en lágrimas. Antes, el cuadro de Calleja pudo doblegar a un Alavés que fue mejor a noventa minutos y que desesperó en la prórroga. Ahí fue cuando los granotas tuvieron la victoria y ese fue en el momento en que el equipo vio el momento de aguantar... para morir en la orilla.

La cuestión, al principio, fue contrarrestar. El Alavés empezó mejor, vivió más en área contraria y dispuso de la primera ocasión del encuentro, que cayó en las botas de Villalibre en un despiste dentro del área, pero pronto el Levante enseñó sus uñas. De Frutos empezó a arañar por banda izquierda y Joni, de nuevo el más lúcido, hizo daño por dentro. Un lanzamiento a una falta cocinada por el propio centrocampista madrileño desembocó en uno de los acercamientos claros del elenco granota. Sin embargo, los babazorros matuvieron sobre el verde la sensación de que el orden reinaba en su territorio y el caos, si existía, era en el contrario. Tanto que Tenaglia estuvo a un centímetro de adelantarse: Róber Pier se jugó literalmente el físico para sacar en la línea una pelota que se paseó por el área chica y que el lateral blanquiazul intentó introducir sin ángulo. 

Los de Luis García confirmaban merecer más y al Levante le costaba encontrar el espacio para probar a un Sivera que, hasta el momento, solo había aparecido para atajar cómodos balones aéreos. Esa comodidad visitante empezó a desquiciar al cuadro de Calleja pasada la media hora hasta el punto de que el equipo acabó la primera mitad sin poder salir de campo propio. Tampoco los visitantes, más allá de la oportunidad anterior, localizaron las grietas de la trasera levantinista, pero la balanza se fue al intermedio claramente decantada hacia el lado vitoriano del billete a Primera. Lo peor, que el paso por vestuarios no cambió nada. 

Nada más salir, Miguel de la Fuente puso a Femenías a trabajar por primera vez en la noche. Si el Alavés empezó dominando, en la reanudación también se puso a generar. El meta belear fue abajo para detener la primera embestida y, en el rechace, se rehizo para negarle la segunda a Luis Rioja. Femenías se hizo gigante, pero el drama se había rozado en Orriols y el Levante evidenció sus nervios. El buen hacer rival no cesó y Calleja hubo de mover ficha con Wesley. Doble punta para curar la desnutrida ofensiva que, a los minutos de saltar el brasileño, tuvo que volver a corregir por la lesión de Bouldini. No es la primera vez que le ocurre al técnico.

Y en esa ensalada de temores, la primera ocasión clara del Levante. Joni Montiel encontró una bola suelta tras centro lateral desde la izquierda y su disparo, potente donde los haya, golpeó en Sedlar cuando parecía que iba a superar sin remedio al arquero. Fue un antes y un después. El guion había cambiado: ahora la noche se había convertido un toma y daca. Tanto encontró el Alavés de nuevo a Femenías como De Frutos avisó otra vez a Sivera. El correcalles estaba servidio y la tensión de un encuentro precioso por el ascenso se mascaba en cada rincón. Mientras, Soldado y Wesley descubrieron tesoros: el primero cruzó fuera en carrera, el seguno cabeceó por encima de todos para que Sivera se la encontrara.

Pero es que el Alavés respondería con otra todavía más rimbombante. Rebbach aprovechó un error de Pubill, hasta ese momento imperial, para encarar y mandarla a besar el palo. Hasta Luis García se revolcó en área técnica con la ocasión del argelino. El encuentro estaba absolutamente roto y los vitorianos pudieron encontrar otra cuando el lado diestro granota hacía eco. Vacío. Entonces Rebbach no estuvo tan lúcido... y el Levante acabó pidiendo la prórroga.

La resistencia en media hora

Hubo que ir al añadido y debatirse entre guardar lo que entonces era un tesoro o ir a por el tanto de la vida. Y De Frutos optó por lo segundo. El segoviano buscó el golazo del ascenso en una volea espectacular que fue a parar al larguero. El Levante, al menos, empezaba golpeando un prórroga que se calentó al ritmo que las prisas llamaron a la puerta alavesista. Soldado se comió buena parte del primer tramo, tratando de rascar segundos al crono en una pelea personal con Panichelli. La batalla del extrafútbol venía bien a los locales a la hora de mantener al rival alejado de las opciones.

Sin embargo, fue el Alavés quien abrió boca en la segunda mitad. Sylla mandó a las nubes un remate franco, sin nadie a dos metros a la redonda. Entonces Calleja sí que pareció dibujar un triunfante empate a cero en su pizarra: retiró a De Frutos del campo y buscó la velocidad con Son, por si el previsible vuelco alavesista en campo contrario permitía correr al andaluz. A cinco del final, el plan del Levante pasó por plantar una línea de cinco atrás y jugar al fútbol práctico. Hubo que padecer tanto que un desafortunadísimo penalti de Róber Pier en el último de los suspiros, girado, de espaldas y con una mano que no pudo controlar, mandó el sueño a la basura. 

Previo paso por VAR, con muchos minutos de zozobra y con el mar de dudas en la persona de Henández Maeso -que acabó señalando la pena máxima-, Villalibre hizo el gol. Anotó para congelar Orriols. Para enterrar en lágrimas un coliseo que sufrió durante toda una temporada todos los males posibles y que acabó obteniendo la guinda de los dramas.

Ficha técnica: 

Levante UD: Femenías, Pubill, Vezo (Postigo, m. 110), Róber Pier, Álex Muñoz, Pepelu, Iborra, Montiel (Rober Ibáñez, m. 90+1), De Frutos (Son, m. 110), Brugui (Wesley, m. 56), Bouldini (Soldado, m. 61)

Deportivo Alavés: Sivera, Tenaglia (Jason, m. 97), Abqar, Sedlar, Duarte (Javi López, m. 91), Benavídez, Guridi (Panichelli, m. 84) (Sylla, m. 105), Alkain (Rebbach, m. 62), Rioja, De la Fuente (Moya, m. 69), Villalibre

Goles: Villalibre (0-1, m. 130)

Tarjetas: Duarte (m. 19), Panichelli (m. 84), Abqar (m. 112), Benavídez (m. 114) por el Alavés; Montiel (m. 90+1), Pepelu (m. 96), Iborra (m. 109), Soldado (m. 109) por el Levante