Sin ambición y sin 'playoff'

VALÈNCIA. Sin ambición, no hay 'playoff'. Es una máxima. El Levante se quedó definitivamente sin plaza para la pelea por el ascenso en la promoción. Lo esperado. Una victoria del Real Oviedo acababa con cualquier tipo de opción y es, precisamente, lo que ocurrió en el Tartiere. Sin embargo, durante muchos minutos el conjunto de Felipe Miñambres tuvo la oportunidad de discutir tal cosa, y el equipo no ambicionó doblegar a un Alcorcón que fue superior en la primera parte. La locura, no obstante, se apoderó de un segundo tiempo en que la cantera tiró de orgullo. Andrés García y Espí adelantaron a los granota y, al menos, despedían el aciago año en casa con triunfo, pero en una continuación de la falta de contundencia que ha padecido la plantilla este curso, remontaron los de Mehdi Nafti,

Y es que el Alcorcón se jugaba la vida y quedó patente desde el primer minuto. Los de Santo Domingo cogieron rápidamente el volante y se convirtieron en amos de la tarde. Primero probó Jacobo desde la distancia y estuvo a punto de hacer el gol de la jornada. Se topó con el larguero y la atenta mirada de Andrés Fernández ante un lanzamiento que cogió a todo el mundo por sorpresa. Y a partir de ese primer latigazo, los amarillos metieron un par de marchas más ante un Levante demasiado contemplativo. Tanto que Andrés hubo de actuar una vez más frente a Addai, que encañonó de nuevo desde muchos metros, y otra vez la cruceta negó el tanto a Víctor García. El Alcorcón tuvo en todo momento las llaves del partido y adelantó su presión, pero no logró generar ocasiones claras más allá de esos ensayos lejanos. La sensación de peligro fue, en cualquier caso, constante.

Se desperezó el conjunto granota antes del descanso, pero sin acierto. Brugui encontró un balón suelto sin marca a la salida de un córner, pero Rivas fue al suelo con el alma para evitar un jarro de agua congelada para los madrileños, en ese momento a tiro de la salvación con el resto resultados en la mano. Varios minutos después, Cantero generó espacio para que Fabrício mandara una ocasión al limbo. Solo Carlos Álvarez quiso llevar la iniciativa, pero una sola varita no fue suficiente para abrir la puerta del cuadro de Nafti, bien plantado y menos plano que el Levante. Los de Orriols, con los marcadores de oponentes directos al intermedio, todavía guardaban boletos para ir a la última fecha con opciones ínfimas, pero el equipo no mostró la ambición de tentar a la buena suerte.

Y en el paso por vestuarios nadie pareció haber visto la clasificación. Inició el segundo acto y el Alcorcón tuvo, entonces sí, la más clara del partido. Jacobo envió fuera un disparo liberado dentro del área y, para colmo, lejos del Ciutat, el Real Oviedo se ponía por delante, ahogando todas las opciones mínimas de alcanzar la sexta plaza. No obstante, y a pesar de la planicie, Andrés García sacó de su chistera un golazo de muchos quilates. Con pierna mala, percutió por dentro, levantó la cabeza y fusiló con rosca a Jesús desde el vértice del área. El primer gol de la temporada del valenciano iba a llegar sin incidencia clasificatoria y en un momento de dudas en el encuentro.

No fue el único estreno. Felipe Miñambres metió, por fin, a Carlos Espí, y el canterano aprovechó la oportunidad prácticamente en la primer pelota que tocó. Una contra no demasiado vertiginosa conducida por Álvarez brindó al delantero del juvenil la oportunidad de vencer a Jesús Ruiz y cumplir un sueño. Con el júbilo de Orriols, el gigante -y joven- ariete de 18 años puso tierra de por medio y dejó al Alcorcón en la estacada. Los de Mehdi Nafti bajaron los brazos desde la genialidad de Andrés y el Levante, solo por medio de ese destello, se encontró a sí mismo en el partido por primera vez. No estaba todo dicho, en cualquier caso: Víctor García cogió en el aire una jugada ensayada a la salida de un córner, en el balcón del área, y recortó distancias a diez minutos del final. 

Era aire fresco para un Alcorcón angustiado y que, abocado a la Primera RFEF, se quiso armar de valor. En el descuento, cuando parecía que el partido moría entre enfrentamientos individuales y cánticos hostiles de la grada de animación como castigo a la nefasta temporada granota, Dyego Sousa obraría la remontada. Un centro de Víctor García, medido y con música, valió a los amarillos para empatar y llenar su saco de esperanzas, ajenos a lo que ocurría en el resto de estadios. El encuentro se abrió tanto en el último suspiro, que Espí tuvo la oportinidad de doblete, Jesús voló para evitar el tercero levantinista y Andrés, para evitar que Alcorcón volteara por completo el marcador. El partido se volvió completamente loco y Brugui tuvo una más: solo ante Jesús, el de Bàscara falló intentando servir el tanto a Espí, sin marca, con el portero a su merced.

El final agónico desató las emociones. Las lágrimas de Mehdi Nafti por el descenso definitivo del Alcorcón y alguna protesta del estadio de Orriols porque, ni siquiera con dos goles de ventaja y el arreón de la cantera, el equipo de Miñambres logró brindar un último triunfo a su parroquia. Ya no es solo que la victoria del Oviedo dejara sin opciones al Levante, sino que el equipo tampoco sumó para buscar la piza de fortuna. Una vez más. Fin de curso con suspenso claro. 

Ficha técnica: 

Levante UD: Andrés Fernández, Andrés García (Postigo, m. 71), Dela, Cabello (Álex Muñoz, m. 61), Valle, Oriol Rey, Pablo Martínez (Kocho, m. 61), Carlos Álvarez, Brugui, Fabrício (Rober Ibáñez, m. 83), Cantero (Espí, m. 61)

AD Alcorcón: Jesús Ruiz, Castro (Marciano Sanca, m. 70), Rivas, Chema, Carracedo, Fede Vico (Sousa, m. 70), Mosquera (Lara, m. 70), Víctor García, Juanma Bravo (Obieta, m. 84), Jacobo González, Addai (Morillas, m. 84) 

Goles: Andrés García (1-0, m. 60), Espí (2-0, m. 64), Víctor García, 2-1, m. 80), Sousa (2-2, m. 90+3)

Tarjetas: Pablo Martínez (m. 55), Álex Muñoz (m. 66), Espí (m. 90) por el Levante