VALÈNCIA. Más plano que nunca. El Levante se amilanó ante un Tenerife herido contra el que no pudo ni con once... ni con diez. El elenco de Javi Calleja especuló, intentó jugar al contragolpe sin jugadores para ello y, cuando el entrenador quiso colocarlos sobre el tapete, se había hecho tarde. Tanto que, con un hombre menos, el plan de Asier Garitano pasó por juntar sus piezas en el tablero y evitar las sorpresas de última hora. Antes, eso sí, el cuadro chicharrero había merecido silenciar a un Orriols furioso por la inoperancia de los suyos en el verde y en el banco. El eco de dos balones al palo hicieron sonar música de viento, y otra madera de Iván Romero permitió, al menos, fantasear con una reacción. La hubo, era lo mínimo, pero fue escasa. Y ahora los blaugrana ya no huelen plazas de promoción. Séptimos, con un punto más en el zurrón y una terrible sensación de bloqueo.
Sin más cambios en la alineación que la entrada de Álex Muñoz en el eje central -Calleja parece haber encontrado su estructura de referencia-, al Levante se le volvió a hacer bola el arranque. Los granotas entregaron el círculo central a un Tenerife que se mostró inofensivo durante la primera media hora. El despertar canario en el encuentro fue como un antes y un después: si Oriol Rey despejaba prácticamente bajo palos una buena acción individual de Álvaro Jiménez, a la contra el Levante hizo daño en un mano a mano de Bouldini. La contra, pefectamente ejecutada, dejó a las caras el plan: bloque bajo y contragolpe. Volvió a ocurrir, pero entonces Pablo Martínez no condujo tan bien la salida en tromba: intentó habilitar a Dani Gómez con una asistencia extraordiaria a tres dedos... pero se le fue al limbo.
A vestuarios se fue un Levante demasiado estático. Poco dinámico. Plano. Y un Tenerife dominador, aunque temeroso de los posibles zarpazos locales. Lo que parecía claro es que a Calleja le faltaban jugadores para aprovechar espacios y que su equipo estaba jugando con fuego. Buena prueba de ello fueron dos misiles al palo, uno de Corredera y otro de Roberto López, que despertaron la ira en Orriols. Por tímida que pareciera ser la acometida insular, ahí quedaba el estruendo de la madera. Y el técnico, por fin, movió el avispero. Velocidad con Andrés y precisión con Lozano. A que pasaran cosas. Y pasaron.
Con alas abiertas a pierna cambiada y Lozano a los mandos, la nave levantinista dejó de planear y empezó a levantar ligeramente el vuelo. El valenciano chutó por primera vez a puerta cuando el crono ya sobrepasaba la hora de juego. Fue fácil para Soriano. Algo más complicado lo tuvo Andrés Fernández, que sacó sobre la línea un 'retruque' de Gallego. Fue la ocasión más clara del partido. El recurso del meta murciano fue tan plástico como efectivo para evitar un gol que se colaba llorando entre sus redes ya en la recta final de la batalla. Nacho Martínez había saltado en el lateral zurdo tinerfieño hacía escasos minutos, y ya le había comido la tostada a un Capa, de nuevo, superado.
Bronca del Ciutat y brinco del Levante. Si el Tenerife acababa de rozar el tanto con los dedos, Iván Romero replicó con un balón al poste. Rey inventó una asistencia de tiralíneas y el manchego erró en el mano a mano. Para colmo, el rebote que llegó a Bouldini también fue directo a la madera, aunque el marroquí ya había caído en fuera de juego. Y a todo esto, los hombres de Garitano se quedaron en 10. Una expulsión -rigurosa, por segunda amarilla- a José León complicó la vida los chicharreros. Pero al Levante le faltó nervio. Demasiado. Y a Calleja, brío en los cambios. El técnico se apresuró a introducir velocidad con Andrés, Rober Ibáñez, Brugui, Romero... Cero efecto. Sin oportunidades.
Y así fue como Orriols salió de la promoción. El Levante no fue capaz no solo de doblegar, sino de amagar con ello, al Tenerife de la temporada. Los canarios merecieron incluso la victoria a domicilio para salir de la engañosa mitad de tabla en la Segunda División. Los granota, tras el triunfo del Oviedo este sábado, quedan fuera de las plazas del play-off. El Levante no pierde, pero só se pierde. Se aplana. Se hizo pequeño, propuso poco... y lo pagó. Otro empate... que suma lo justo.
Ficha técnica:
Levante UD: Andrés Fernández, Capa, Vezo, Álex Muñoz, Valle (Brugui, m. 86), Oriol Rey, Algobia (Lozano, n. 61), Pablo Martínez (Andrés García, m. 61), Carlos Álvarez (Iván Romero, m. 74), Dani Gómez (Rober Ibáñez, m. 86), Bouldini
CD Tenerife: Juan Soriano, Mellot, León, Sipcic, Medrano (Nacho Martínez, m.70), Aitor Sanz, Corredera (Bodiger, m. 70), Álvaro Jiménez (Cruz, m. 90+3), Rahmani (Loïc, m. 84) , Roberto López (Teto, m. 84), Gallego
Goles: -
Tarjetas: Algobia (m. 48) por el Levante; León (m. 50 y m. 79, doble amarilla), Nacho Martínez (m. 90+2) por el Tenerife