David María es la ley del mar

VALÈNCIA. Valencia Mar es un remanso de paz por las mañanas. Allí, en este espacio prácticamente siamés del Club Náutico, entre la ciudad y Pinedo, unos jóvenes deportistas preparan los barcos que participan este fin de semana -hasta el domingo- en una competición con unas embarcaciones que se denominan 69F y que, dicen, son como los Copa América pero en chiquitito. El parecido, en realidad, radica en que los dos tienen esos apéndices llamados foils que, a determinada velocidad del viento -diez nudos-, elevan el barco y lo hacen avanzar, como en levitación, sin que el casco roce el agua. Estos monocascos van volando por el campo de regatas sin más enganche al mar que ese brazo mecánico.

Unos chicos enrollan en el pantalán la vela del Groupe Atlantic, el poderoso equipo francés que defiende el título logrado el año pasado, antes de que empiece el lío. Este equipo patrocinado por un gigante del confort térmico aspira a colocar el año que viene a dos de sus regatistas en la Youth and Women America’s Cup, la Copa América para jóvenes y mujeres.

Antes de que empiece la regata en aguas de València, hay una reunión en la que estará presente David María, un alicantino que forma parte de la élite nacional e internacional de árbitros de vela. David es alicantino, como su amiga María Torrijo, una institución en la náutica y la primera mujer del mundo en reunir los títulos internacionales de árbitro, juez y oficial de regatas. Pero David, un hombre de mar de 58 años, también tiene su prestigio y es uno de los dos responsables -junto a un italiano- de regular la regata de este fin de semana.

David fue antes navegante que árbitro. El alicantino llegó a la náutica de la mano de su hermano, que competía, y empezó a conocer los secretos de este deporte navegando con barcos de vela ligera en el Club de Regatas de Alicante. Luego llegaron el windsurf y las regatas de cruceros en barcos destacados de la vela española. No tardó en entender que una infracción en el campo de regatas puede arruinar una competición fantástica y, por eso, a mediados de los 90, decidió empezar a apuntarse a los cursos de técnico para aprenderse una reglamentación que podía darle una ventaja en el agua. Y así, los días que no navegaba, arbitraba.

En 2005 ya era árbitro internacional y en 2007 estuvo en la Copa América de València como invitado en el equipo de árbitros. Después llegó la Volvo Ocean Race -hoy Ocean Race- a su ciudad, Alicante, y entonces se convirtió en el responsable de la salida de la regata transoceánica y miembro del ‘Jury’ en las otras paradas de esta vuelta al mundo. Con el tiempo, David María se especializó en los ‘high speed boats’, las regatas de barcos rápidos, aunque nunca quiso depender económicamente de la vela y por eso apostó por reestructurar y dirigir las empresas que tenía la familia. “Eso me da una ventaja, que puedo mandar a la mierda a cualquier organizador o a quien sea cuando me dé la gana. Porque no dependo de esto para vivir”.

Ahora, a sus 58 años, cree que ha llegado el momento de dar un paso atrás. En Tokio 2020 estuvo como asesor de reglamento del equipo olímpico español, donde tenía dos funciones: una, de formación de los regatistas españoles, y otra, de asesoramiento en caso de protesta. En París 2024 no repetirá. Ahí estará el valenciano Diego Yubero, un técnico más joven. Él ya anda buscando un catamarán con orzas para entregarse a la navegación y dejar el arbitraje para siempre.

La mañana se va animando en Valencia Mar y David no para de saludar a conocidos que se reencuentran en esta regata. Luego se acabará la concordia. Eso será cuando se suba a una náutica de seis metros de eslora y cien caballos, la potencia necesaria para seguir a los barcos voladores. “La posición es lo que te va a dar la calidad de decisión. Es importante saber qué va a pasar, posicionarte bien, no interferir y evitar accidentes. Los deportistas, cuando trasluchan, sólo miran barcos como los suyos, no se detienen a mirar dónde están el árbitro”. Luego volverá a tierra, se reunirán de nuevo y ahí tendrá que explicar algunas de sus decisiones -en esta clase, las sanciones se aplican después de cada manga-. “Y después nos relajamos con los deportistas, con los que solemos tener muy buena relación”.

El prestigio de David María le ha convertido en mediador para que pudieran rodarse en el mar escenas de una nueva serie que tiene como protagonistas a Luis Tosar y Blanca Portillo. “Esto tiene unas necesidades legales y me llamaron porque me conocían por mi vinculación con la Ocean Race. Yo me encargo de que haya unos elementos de seguridad acordes a la gente que tienes en el agua”. Pero, claro, ¿cómo no iba a estar presente David María en una serie que se llama ‘La ley del mar’ y que se va a rodar en Alicante?