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no ingresa por un futbolista desde que el nantes abonó la opción de compra de moses simon

De club 'vendedor' a enquistar su rampa de salida: al Levante se le atraganta el mercado... de momento

28/06/2022 - 

VALÈNCIA. Al Levante se le sigue haciendo bola el mercado de fichajes y, sobre todo, su rampa de salida. Es archiconocido que el club de Orriols ha de vender futbolistas por valor de casi 10,5 millones de euros a computar en el ejercicio que cierra este próximo jueves, 30 de junio. Felipe Miñambres está prácticamente abocado a arrancar la tarea por la figura de un Jorge De Frutos con el que no recogerá más del 50% del montante total a ingresar en imperativo de ventas (cabe recordar que la mitad de los derechos económicos del extremo segoviano pertenecen al Real Madrid). Por el momento, el Levante ha ingresado cero euros en su cuenta con una salida confirmada -la de Morales al Villarreal- y siete jugadores más con fin de contrato que el próximo 4 de julio no se presentarán a las pruebas médicas -Coke, Miramón, Duarte, Clerc, Radoja, Vukcevic y Cáceres-.

Si la marcha de De Frutos al Getafe no se oficializa en las próximas horas -de hacerse algo más tarde de la fecha límite marcada, el club puede incluir la transacción en el ejercicio 21/22 al demostrar las negociaciones de salida por el jugador-, el Levante abrochará su segunda temporada sin ingresos por venta de jugadores. Ya el pasado verano, con el imperativo de 16,5 kilos y el acuerdo de La Liga con el fondo británico CVC como dilatador de las necesidades de la entidad en este apígrafe, la entidad de Orriols no traspasó ningún activo. Al menos más allá de las salidas en libertad, como las de Rochina, Doukouré o un Sergio León que acabó rescindiendo el último día de mercado para marchar a Valladolid y desbloquear una ficha necesaria para el club -por su marcha pudo entrar Blesa entre las fichas de primer equipo-. 

Hay que desplazarse hasta mayo de 2020, a la conclusión de la temporada de la pandemia, para hallar la última venta que ayudó al Levante a engordar las arcas del Ciutat: ocurrió cuando el Nantes decidió abonar la opción de compra que poseía sobre Moses Simon. Fue así como el club recogió 5 millones de euros procedentes de Francia y no logró arrancar líquido con otras piezas con las que Paco López no contaba: si el pasado verano el gran 'imposible' en la rampa de salida levantinista fue Vukcevic, en el anterior el antiguo Área Deportiva no pudo colocar a Hernani más allá de una liga tan exótica como la saudita y fuera de mercado -al Al Wheda, el mismo club en el que ha recalado el ya libre Óscar Duarte-. El resto de bajas se contaron por salidas libres -como la de Bruno González, Dwamena, Sadiku, Manzanara, Ivi o Antonio Luna- o cesiones, como la de Pepelu al Vitoria Guimaraes.

Ese verano fue precisamente el que cortó por lo sano el carácter vendedor de un Levante que había sacado partido económico a piezas que después supo sustituir en las ventanas de transferencias. En enero de 2020 había sido la del uruguayo Cabaco la venta que había engordado la tesorería blaugrana -8 millones pagó el Getafe por el central, más un 20% de una futura venta que precisamente este año podría ingresar el club si es que Cabaco sale del Coliseum-. La confirmación de la salida de Rubén García a Osasuna, la de Prcic a Estrasburgo, Oier Olazábal rumbo al Espanyol o Chema al Nottingham se unieron a la venta de las ventas, un año antes, de Jefferson Lerma al Bournemouth por 28 millones. A ella se unió más tarde la de Boateng a China por unos 10 kilos.

Entonces el Levante se había convertido en club vendedor y, aunque el sustituto de Lerma no terminó dando frutos -fue Vukcevic, el fichaje más caro de la historia de la entidad-, el equipo sí mantuvo su rumbo en Primera División a las órdenes de Paco López. Incluso en una dinámica creciente que favoreció que otros futbolistas tuviesen la oportunidad de ser exprimidos económicamente. El gran ejemplo en este sentido es José Campaña, a quien el Levante pudo vender en el mercado estival de 2020: el sevillano tuvo varios pretendientes, entre ellos un interesadísimo Leeds United, que acababa de firmar a Rodrigo Moreno y que huyó al conocer la intención del club valenciano de ingresar 30 millones por el centrocampista -la mitad de su cláusula de resicisión-. 

Quico Catalán y su dirección deportiva por entonces decidieron continuar estrujando el valor deportivo de Campaña frente a una venta jugosa que, un año más tarde, podría multiplicarse dado que el andaluz, ese octubre, llegó a ser internacional. La posterior e interminable lesión de isquios del '24' congeló cualquier oferta potente por él y hoy se encuentra en una situación de 'riesgo', pues de quedarse el sevillano vería su salario reducido como daño colateral del descenso a Segunda División. Campaña tendrá que encontrar un club de superior categoría que aspire a igualar sus emolumentos, uno de los más pesados de la plantilla del Levante en Primera. En ese caso, podría marchar a préstamo; de lo contrario, tendría que encontrar una oferta de traspaso que Miñambres considerara potable como para añadir a la libreta de ingresos necesarios. No parece que será de inmediato.

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