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OPINIÓN

De los cobardes nada se ha escrito

27/11/2018 - 

VALÈNCIA. Cuenta la leyenda que Bill Shankly, mito del Liverpool, vio cómo uno de sus jugadores recibía un golpe tremendo y permanecía aturdido fuera del campo. Uno de los ayudantes de Shankly se acercó al entrenador para recibir instrucciones y el técnico del Liverpool le dijo: “Dile que es Pelé, que vuelva al campo y empiece a marcar goles”. Santi Mina no es Pelé, ni Ronaldo, ni es siquiera Kempes, pero cada vez que el Valencia CF sufre y está aturdido, sale el campo como si fuera Pelé, pone lo que hay que poner en un campo de fútbol y hace goles. Eso exige y merece respeto. El que le está brindando Marcelino y el que debe guardarle Mestalla cuando vengan mal dadas y más de uno apunte que no es ningún virtuoso, porque no lo es. Pero el chico sale, la pide, no se esconde, se entrega y marca. Suficiente para ganar. Suficiente para creer.

En esa senda anda el Valencia, que concatena tres victorias seguidas –una en Champions y dos en Liga- para recuperar la confianza perdida. Los hay que ya están dando el callo (Paulista, Gayà, Mina, Coquelin) y los hay que todavía deben darlo más (Guedes, Parejo, Rodrigo), pero el caso es que el equipo, que parecía cerca de poder hundirse, ha vuelto a coger vuelo y por fin parece recompuesto. Sí, el rival era menor. Y sí, no se ha ganado nada. Pero Mestalla necesitaba un triunfo que echarse a la boca, la afición requería una pizca de ilusión y el equipo, un partido en el que no se sufriera lo que no está en los escritos. Todo eso sucedió. Así que ahora toca resetearse y dar, de una vez por todas, la mejor versión del equipo en la Champions. Entre otras cosas, porque el curso pasado se trabajó  duro para jugar esta competición, para regresar a la élite, para luchar por prestigio y por dinero. Y de propina, con la venia, porque no está el Valencia para elegir partidos. Toca lo que toca. Y se compite.

Próxima estación, Turín. En la otra esquina del ring, la todopoderosa Juve. El gigante italiano que está protagonizando un estreno de temporada matrícula de honor y que se ha disparado en la Serie A con una racha de 12 victorias y un empate. Nadie ha sido capaz de doblegar al nuevo equipo de Cristiano, que con un ojo sigue pendiente de su colección de goles y que, con el otro, anda pendiente de la tierra quemada que dejó en el Madrid. Hay mil factores que hacen de la Juventus la favorita para el partido: una defensa de roca, un centro del campo de calidad y por supuesto, la maza de CR7. Y sin embargo, el choque es trascendental para el VCF. Primero, porque ganar implicaría meter un pie en octavos, la meta que se persigue desde el comienzo de curso. Segundo, porque ganar en Turín no es una obligación, pero sí algo al alcance del equipo de Marcelino. Y tercero, porque todavía escuece ese partido de Mestalla donde se vio un partido de hombres contra niños.  Que la Juve es un ogro intratable es un secreto a voces. Que la historia y el escudo del Valencia CF exigen ir a por todas y hacer lo imposible para vengar lo que pasó en Mestalla, es otro.  Hay poco que perder y mucho que ganar. La gloria pertenece a los equipos atrevidos. De los cobardes nada se ha escrito.

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