¿Debemos estar preocupados?

VALÈNCIA. Matemáticos, analistas varios y amantes de la estadística coinciden en señalar que, de continuar esta dinámica de resultados, el Valencia estará salvado al final de la Liga puesto que suma once puntos en nueve partidos jugados. Para ellos, es una simple cuestión numérica. Todo se reduce a datos. Puede que tengan razón. No lo dudo. Pero yo no estoy tan tranquilo. Más que por cifras, me muevo por sensaciones. Y la impresión que me ha dado el equipo en estos últimos encuentros es que le ha salvado la campana del parón liguero. A mi entender, la dinámica no era buena.

El Valencia ha ido de más a menos en este arranque de campeonato. En este sentido, el empate en Mallorca es mucho más valioso de lo que se piensa. El punto ha permitido llegar a este descanso de Liga con la tranquilidad de los deberes hechos después de no ganar un partido de los últimos siete disputados. Desde que se venció al Atlético en Mestalla, justo hace ahora un mes, no se ha logrado sumar tres puntos. De ahí mis dudas. Tras unas primeras jornadas de optimismo, el equipo no ha continuado su progresión positiva. Es más, incluso daba la sensación de no avanzar. El bache se explica desde las semanas de tres partidos y la escasez de plantilla. En una temporada larga y con el inicio de la Copa a la vuelta de la esquina, hay motivos para estar alerta. 

No quiero ser fatalista ya que la dinámica no es del todo mala. Más de uno hubiera firmado estar donde estamos a principio de temporada después de ver la ausencia de fichajes. Pero es necesario mejorar. Sobre todo en ataque. Porque nos cuesta generar ocasiones de gol y, sobre todo, marcarlos Ahí tenemos un grave problema. Y éste sí que se puede explicar desde los números. Las cifras son muy pobres. El Valencia es el tercer equipo por la cola que menos chuta a portería. No rematamos ni por error. En esta triste faceta solo superamos al Mallorca y al Cádiz. Con diez goles en el casillero, ocupamos la decimoquinta plaza en la clasificación de máximos anotadores de la Liga. Un rendimiento escaso. 

En defensa no estamos del todo mal. El Valencia da la sensación de ser un equipo organizado, que se defiende bien, pero cuando se falla, se falla. Porque hemos visto demasiados errores groseros de los centrales. No estamos contentos con el eje de la zaga, es cierto, pero el equipo tampoco concede demasiadas ocasiones a los rivales ni ha sido goleado (a excepción del Betis) en ningún partido. Lo que ocurre es, como he dicho, que las pifias de los centrales son muy sonadas. 

Llegados a este punto, los próximos partidos del Valencia en Mestalla centrarán las verdaderas posibilidades del equipo en la Liga. Son tres encuentros que se me antojan claves. Recibimos a rivales de nuestra Liga: Cádiz, Granada y Celta. Serán partidos decisivos. Si aprovechan estos encuentros para sumar, tendrán casi la permanencia asegurada. Si tropiezan ante Osasuna y Alavés, a los que no has ganado, como tampoco al Almería o Mallorca, mi preocupación tendrá sentido.