DIARIO FER / OPINIÓN

Hay que apelar a la responsabilidad

19/05/2020 - 

La sociedad moderna nunca había presenciado nada similar en cuanto a una crisis sanitaria como la que estamos viviendo. Al principio, hasta ser totalmente consciente de lo que estaba sucediendo y reflexionar sobre toda la información que iba saliendo cada día, parecía que estaba viviendo un capítulo de Black Mirror. No te imaginas que algo así puede llegar a parar el mundo. Unos países más otros menos, pero todo a nivel global se ha visto afectado, se ha parado, y parece que nada pueda frenar lo rápido que va todo. Es un virus. Algo tan pequeño al ojo humano, pero causa una daño grandísimo. A veces, el ser humano se piensa más de lo que es y esto nos ha puesto en nuestro lugar.

Por suerte, no tengo familia o conocidos que se hayan contagiado. Sí tengo conocidos que trabajan en la sanidad y, por fortuna, no lo han cogido o no se ha manifestado la enfermedad.

Para los deportistas todo se nos ha ido por tierra. Estábamos con la mente fija en junio y julio de este año en esa clasificación para los Juegos de Tokio. Unos ya la tenían, otros teníamos que luchar un poco más por la plaza. Me encontraba en un estado de forma para llegar en el mejor momento ese verano. La pandemia nos ha fastidiado. Pero dadas las circunstancias no se podía hacer otra cosa, porque los deportistas también teníamos que llegar en las mejores condiciones, la salud y seguridad se debía garantizar, y el aplazamiento de los Juegos lo considero muy lógico. Será en 2021. Las fechas parecen coherentes. Aún así quizás tendremos que ir con cuidado. La clasificación es un poco locura en judo. La verdad que un parón de este tiempo nos viene incluso bien para respirar un poco e incluso para ir con muchas más ganas y mejor preparados a 2021.

Entretanto, mi rutina se ha centrado en este tiempo en una casita donde vivo en el Cabanyal. Es pequeñita pero pude adaptar un gimnasio con una cinta, una bicicleta y pesas. Lo estoy pasando todo con mi perro. Por cierto, ahora que se abren las tiendas, bares y demás, pediría que también abra el acceso a los ‘pipi-can’. Los entrenamientos con el grupo los realizamos por ‘Zoom’ y la verdad que es una buena forma de trabajar en grupo, de vernos y tener ratos divertidos. Y luego con mi perro he tenido esos momentos de paseo, siempre respetando todas las normas. Desde que podemos salir no ha cambiado mucho mi rutina, porque vivo cerca de la playa y como se ponía un poco abarrotado, prefería no salir mucho. Sí que utilizaba la calle un poco más para hacer carrera y cuestas, cuando ya tuvimos la oportunidad de salir a una hora diferente los DAN. Pero más que nada el salir a la calle lo he aprovechado más que nada por tomar un poco el aire.

A veces una se para a pensar en cómo será todo cuando pase o se alcance cierta normalidad. Cuando se hace referencia a las competiciones sin espectadores, un Villa de París sin público tiene que ser bastante impactante. Pero en todo caso creo que la reanudación de las competiciones de deportes de contacto va para largo; ya veremos. Se habla incluso de si esto significará un cambio en la sociedad. Creo que va a haber dos formas de reanudar la vida y relacionarse: habrá quien va a ser muy responsable e incluso tendrá más miedo del que se deba tener y otros, por lo que estamos viendo, que harán todo lo contrario. Creo que hay que apelar a la responsabilidad, a mantener la higiene que es la que siempre tendríamos que tener, y la salubridad, en los espacios públicos.

En estos tiempos también me he dado a la cocina: nunca había hecho ni paella, ni fideuá y me han salido bastante aceptables.

Noticias relacionadas