VALÈNCIA. El piloto británico Lewis Hamilton (Mercedes) ha sido el más rápido tras las dos primeras sesiones de entrenamientos libres del Gran Premio de Brasil de Fórmula 1 en Interlagos, con un mejor crono marcado en la tanda matinal aunque también ha dominado la segunda, con su compañero Valtteri Bottas justo por detrás y Daniel Ricciardo (Red Bull) tercero.
Muchos pilotos rodaron más rápido en la primera tanda que en la segunda, donde hubo menos intentos de marcar crono y más simulacros de 'stint' largos, como el que protagonizaron Sebastian Vettel (Ferrari), cuarto en la segunda sesión, o el propio Hamilton de cara a hacer probaturas para el sábado.
Apenas cayeron cuatro gotas en Interlagos por la tarde que ni siquiera obligaron a sacar los paraguas, así que no hubo pruebas en mojado y sigue habiendo previsión de posible lluvia para la calificación. De momento, Mercedes sigue un paso por delante de sus rivales aunque Ferrari, como ha hecho en anteriores grandes premios, nunca muestra sus cartas el viernes.
De momento Ricciardo con su Red Bull es el hombre más rápido tras las balas plateadas alemanas, con un mejor tiempo de 1:09.743 por la tarde que fue una milésima mejor que el de Kimi Raikkonen (Ferrari) por la mañana, siendo el finlandés sexto por la tarde con un peor crono.
El primero de los 'mortales' en la sesión vespertina fue Esteban Ocon, pues el francés de Force India se quedó a 791 milésimas del mejor tiempo de Hamilton y con 49 vueltas en su haber. En general se rodó mucho, aunque Ocon sólo se vio superado en este sentido por el piloto neozelandés de Toro Rosso Brendon Hartley, que fue 17º y dio 54 giros para compensar su rotura matinal y no poder registrar tiempos.
En general, buenas noticias para los pilotos españoles. Carlos Sainz (Renault) se quedó cerca de la Q3 virtual con su undécimo puesto, justo por detrás de un Fernando Alonso (McLaren) que virtualmente está dentro de la lucha por la 'pole' pese a que, por radio, se quejó sin que en el muro le dieran importancia de problemas en su monoplaza.
Pese a algún susto, como el de un Marcus Ericsson que daño su Sauber al estrellarlo contra el muro de protección de neumáticos, o clavada de frenos en muchas de las peraltadas curvas del sinuoso circuito brasileño, no hubo que lamentar daños mayores.