El Valencia Basket debe aprovechar la superioridad ante el Dolomiti Energia Trento para que ciertos jugadores recuperen confianza, mantenerse en la lucha por el liderato de grupo y llegar con buenas sensaciones para el partido del domingo contra el Baskonia
VALÈNCIA. El Valencia Basket recibe esta noche al Dolomiti Energia Trento en el que es el último partido de la primera vuelta de la Eurocup con varios objetivos en mente. El conjunto taronja tendrá la oportunidad de seguir en la lucha por el liderato de grupo, ocupando ahora la tercera posición empatado con el primero (Zenit de San Petersburgo) y el segundo (ASVEL Villeurbanne) con un balance de 3-1, ante el colista que solo ha conseguido una victoria (1-3). Un rival en principio asequible para mejorar también la confianza de algunos jugadores y llegar con buenas sensaciones al duelo del próximo domingo contra el Baskonia en Vitoria.
El Zenit arrebató la semana pasada la primera plaza del grupo a un Valencia Basket que encajó por primera vez en su historia de la Eurocup más de 100 puntos y la pugna por esa posición está ahora más viva que nunca. Esa derrota dejó muchas dudas en la plantilla de Ponsarnau y pese a la victoria del domingo ante el Montakit Fuenlabrada por 19 puntos, la sensación sigue siendo de que hay mucho que mejorar. Por fortuna, el conjunto taronja tendrá hoy a un rival al que puede 'meter mano', eso sí, con máxima concentración durante los 40 minutos y sin confiarse. Además, el conjunto ruso y el ASVEL se enfrentan entre ellos, lo que podrá venir bien al Valencia Basket para colarse en el liderato.
El equipo italiano llega en una dinámica adversa tras haber conseguido solo una victoria en Eurocup, en la primera jornada ante el Partizan, y estar en una situación crítica en su competición doméstica. Y es que el Trento todavía no sabe lo que es ganar en la Serie A italiana. Cuatro derrotas en cuatro partidos, la última contra el Umana Reyer Venezia. Una situación que puede favorecer o tal vez no tanto al Valencia Basket. El equipo del norte de Italia tratará de salir con el cuchillo entre los dientes para seguir optando a entrar en el Top 16 de la Eurocup y sacar su primera victoria en territorio español.
El conjunto taronja mantiene para este partido al bloque de las últimas semanas y por el momento no habrá nuevas altas en la enfermería. Joan Sastre todavía no está disponible por la lumbalgia aguda que sufre desde el 10 de octubre y que en teoría solo iba estar de baja una semana. Antoine Diot y Rafa Martínez continúan con sus respectivas recuperaciones.
Más allá de los lesionados, preocupa especialmente la falta de confianza de algunos jugadores en los últimos partidos. Aunque el técnico no ha querido señalar a nadie en torno a esa problemática, sí que puede deducirse a quién se dirige. Hombres como Alberto Abalde, Guillem Vives, Aaron Doornekamp, Mike Tobey o Louis Labeyrie no están al nivel que se espera de ellos y, por lo tanto, se busca que den un paso al frente en cuanto a confianza en el partido de esta noche. No puede dependerse únicamente del acierto de Sam Van Rossom y Matt ThomasBojan o la inspiración puntual de Dubljevic.
Un equipo con medias tintas puede ganar al Fuenlabrada o al Dolomiti Energia Trento, pero no lo hará el próximo domingo ante el Baskonia, como ya pasó contra Unicaja, Real Madrid y Baskonia. El golpe encima de la mesa no debería hacerse esperar más.