Imagen de archivo del tren Carcaixent-Oliva-Dènia. Foto: Ajuntament de OlivaVALÈNCIA. Entre campos de cítricos y el rumor del Mediterráneo se encuentra Oliva, un municipio de la Safor en el que hace 50 años también se oía el paso del tren. El recuerdo del tren Carcaixent-Gandia-Oliva-Dénia aún perdura en la memoria colectiva. Hace medio siglo que sus raíles vieron pasar el último tren.
El Ayuntamiento de Oliva prepara los actos de una conmemoración de gran relevancia histórica. Con motivo del 50 aniversario del último trayecto del tren, el consistorio ha organizado una exposición y una manifestación para "mantener vivo el recuerdo de aquella época ferroviaria" y reivindicar la "necesidad de restablecer las comunicaciones por tren entre la Safor y la Marina".
Desde mediados del siglo XIX, la tierra fértil y próspera de Oliva clamaba por un medio de transporte que facilitara el flujo de sus productos agrícolas y la próspera industria sedera hacia los puertos de Gandia y Dènia. Fue así como nació el Tramway, inaugurado el 8 de febrero de 1864, un hito que marcó el comienzo de una era de conexión y progreso para la región.
En un principio, se impulsaba con la "tracción de sangre"; mules y caballos arrastraban los vagones a lo largo de una línea de 35 kilómetros para facilitar el paso de las caballerías. Pero los tiempos cambiaron, y en 1884 llegó el vapor a las vías de Oliva a Dènia, lo que marcó una nueva era de eficiencia y velocidad en el transporte. La línea se convirtió en un símbolo de progreso, facilitando no solo el comercio de productos locales, sino también los viajes de comerciantes, turistas y personas en busca de atención médica en las ciudades costeras.
Imágenes de archivo del tren Carcaixent-Oliva-Dènia. Foto: Ajuntament de OlivaSin embargo, los años traerían nuevos desafíos. La competencia de las carreteras y el abandono por parte de las autoridades marcaron el declive del ferrocarril. En 1969, el tramo entre Carcaixent y Gandia fue clausurado y en 1974 fue el turno de la línea Gandia-Dènia.
Ahora, 50 años después de aquel último viaje entre Oliva y Dènia, la comunidad aún recuerda con cariño y añoranza los días en que el tren era pare vital de la costa. Los viejos raíles pueden estar ahora cubiertos de maleza, pero el vecindario aún sueña con verlos recobrar vida y vive eternamente en la memoria de la Safor. De hecho, se ha incluido en el PMUS del municipio.
Las concejalías de Archivos y de Participación Ciudadana trabajan en conjunto para asegurar que esta fecha no caiga en el olvido. Con un enfoque tanto conmemorativo como reivindicativo, la alcaldesa de Oliva, Yolanda Pastor, ha invitado a todos los colectivos locales, así como a representantes de la Safor y la Marina Alta, a sumarse a este acontecimiento. También se espera la presencia de exalcaldes y otras personalidades de la región, todos convocados a participar de la exposición y la manifestación.
El punto de encuentro para esta jornada especial será en el paseo del Alcalde Juan Sancho, frente al Mercado Municipal, a las 19.00 horas. Aquí, se podrá visitar la exposición que repasa la historia de este tren pionero de vía estrecha en España. Una muestra que constará de 6 paneles situados desde la Casa de la Fiesta hasta los antiguos lavabos de la estación, ahora convertidos en oficina en el Parque de la Estación. Estos paneles exhibirán imágenes del tren en aquella época, así como del patrimonio que aún hoy se puede encontrar en los pueblos por donde pasaba.
La concejala de Archivos, Rosa Pous, ha destacado la importancia de esta exposición como una oportunidad de recordar y reivindicar. "Hace 50 años nos quitaron el tren con la promesa de convertirlo a vía ancha, como hicieron con la línea entre Tavernes y Gandia, reconectada a la línea Valencia-Cullera en 1969. Este es un deuda histórica que el Estado tiene con nuestra ciudad y comarca", apunta Pous.
A través de esta iniciativa, se busca, no solo rendir homenaje al antiguo ferrocarril que unió estas tierras sino también reclamar una infraestructura necesaria para el territorio. El tren Gandia-Dénia es, por motivos históricos, económicos, sociales y medioambientales, una demanda fundamental para el territorio. Con esta exposición y manifestación, Oliva espera mantener vivo el recuerdo de aquel pasado ferroviario y seguir luchando por un futuro conectado y sostenible.
