Aunque el ‘Día de los enamorados’ también puede salir rana y acabar siendo un día de rupturas como el pasado miércoles cuando se hizo pública la ruptura entre el Grupo WANDA y el Atlético de Madrid. Perece que ese flechazo que sintió el Sr. Wang Jianlin por el fútbol español, que anteriormente la había traído a Valencia y nos faltó arrodillarnos a lustrarle los zapatos...
VALÈNCIA. Esta semana hemos transitado un año más por el ‘pasteloso’ Día de San Valentín: apasionadas declaraciones de amor, corazoncitos, etc, etc… Vamos, un coñazo. Aunque el ‘Día de los enamorados’ también puede salir rana y acabar siendo un día de rupturas como el pasado miércoles cuando se hizo pública la ruptura entre el Grupo WANDA y el Atlético de Madrid. Parece que ese flechazo que sintió el Sr. Wang Jianlin por el fútbol español, que anteriormente la había traído a Valencia y nos faltó arrodillarnos a lustrarle los zapatos, terminó en una historia de amor pasional con el Atléti. Pero el tórrido romance parece haberse esfumado en tiempo récord y ‘los chinos’ anunciaban la venta de su paquete accionarial a un Grupo Israelí al que seguro que también le mueve un amor desmedido por nuestro deporte favorito, por el espíritu de Luís Aragonés y no interés económico alguno.
Es lo que tiene el fútbol moderno: que los amores van y vienen según el viento que sople. Y es que… ya no son amores como los de antes. Al hilo de esta divorcio chino-madrileño se ha escuchado mucho por aquí, por Valencia, eso de… “menos mal que no vino aquí, mira cómo ha dejado tirado al Atleti a las primeras de cambio”. Visto así, la verdad es que no les falta razón pero ya saben también que las razones y las opiniones van y vienen como estos amores modernos, según el viento que sople. Que se lo digan, por ejemplo, al ex presidente de la Fundación, Aurelio Martínez, el que vendió en Valencia a Peter Lim, que primero se llenó la boca deshaciéndose en elogios hacia el actual propietario del Club y, poco tiempo después, cuando la pelotita no entraba se declaró encima afirmando a diestro y a siniestro que su oferta preferida era la de Wanda. Ya les digo… amores que van y que vienen.
A todo esto imagino que tendrá que pasar algo de tiempo para que vaya fluyendo la información desde el estómago del Club ‘colchonero’ para, entonces, poder valorar si el paso de Wanda por allá ha dejado, o no , algo de beneficio a su paso porque en el ámbito de las Sociedades Anónimas Deportivas todo es confusión y cada uno vende la versión que le interesa aunque sí parece bastante claro que los orientales han pegado un portazo y han abandonado el hogar conyugal sin muchas lágrimas. De todas maneras, aquí, lo que ahora nos ocupa es que, ahora que el Valencia ha enderezado el rumbo, la cosa siga tranquila y no llevarnos sobresaltos como el de los atléticos el miércoles. Porque las consecuencias de una ‘espantá’ aquí, versión Singapur, sí tambalearía los cimientos del Club por el porcentaje de acciones en su poder y pese a que , de momento, no se detectan síntomas en ese sentido también es cierto que estas noticias acostumbran a llegar sin anestesia de por medio.
Bien es cierto que, el hecho de necesitar la bendición de Bankia para la enajenación de una mayoría accionarial supone un alivio porque la Bankia de ahora, afortunadamente, nada tiene que ver con la Bancaja de antaño y quiero creer que una entidad bancaria que ha recuperado el pulso y se ha colocado a la cabeza de todas las calificaciones, estudiaría de manera pormenorizada a un futurible nuevo propietario del Valencia. Entre muchas otras razones, porque el propio banco tiene mucho que perder. En cualquier caso... la verdad es que no depende de nosotros y sí de un Señor de Singapur que sólo él sabe de quién o de qué está enamorado a día de hoy.
De momento, nos conformaremos con que deje trabajar a la gente que tiene al frente del Club en materia deportiva y con celebrar las pequeñas alegrías que nos depara el día a día más allá de las grandes pasiones. Una buena alegría pasaría por una victoria esta noche en La Rosaleda para seguir caminando con paso firme hacia la Champions League. Por cierto... ¡Feliz Año Nuevo Chino!