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Vicente Gallega / diseñador industrial y Presidente de READ

«El Ayuntamiento debe entender lo que aportamos los diseñadores»

| 14/04/2017 | 5 min, 14 seg

VALÈNCIA.- Vicente Gallega (València, 1958) comenzó su carrera profesional con veinte y, dos años después, en 1980, fundó el Estudio de Diseño Industrial ‘Gallega Design’. Combina su labor de docente en la Facoltà di Architettura de la Politécnica de Milan, con su labor profesional. Está en la directiva de ADCV al tiempo que ha sido nombrado presidente de READ, asociación estatal que agrupa a los profesionales del diseño.

­— ¿En qué proyectos está centrado en la actualidad? 

— Ando redefiniendo una línea de negocio de una empresa tradicional utilizando las tecnologías actuales. Trabajaremos desde el principio con la herramienta del triple balance. El diseño de paneles modulares 100% reciclables para una empresa asiática, una colección de mueble juvenil para una firma valenciana... Como ves, no me queda mucho tiempo libre.

— Muchos estudios se han abierto a proyectos internacionales. En cambio, el grueso de su trabajo se dirige a empresas próximas.

— Un motivo es que las empresas que confiaron en mí hace años lo han seguido haciendo después. Estos últimos años hemos trabajado para Francia, Holanda o China, pero la mayoría de mis clientes siguen siendo nacionales. Lo más importante es el proyecto que te propongan, independientemente de la ubicación.

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— ¿Qué ventajas proporciona esta relación de proximidad? 

— La cercanía genera un valor de relación más directo, crea mayor empatía e implicación entre diseñador y empresa. Es una relación muy enriquecedora, más aún cuando la empresa tiene una trayectoria, ya que pasas a formar parte de su propia evolución.

— Su experiencia le convierte en testigo de excepción de una crisis que abocó a una reconversión del sector... 

— La crisis nos afectó a todos. Vimos cómo se empobreció nuestro mercado, el segmento medio se desplomó. El segmento más bajo dejó de cubrirse con producto nacional por el importado de China y el alto, por efecto simpatía, descendió. Las empresas que trabajaban en este segmento se encontraron con la competencia italiana, con una marca mejor posicionada.

Vimos cerrar empresas históricas por no tomar medidas y nos dimos cuenta de la necesidad de convertirnos en gestores de diseño para reconvertir sus líneas de producto a un mercado más real o para ampliar sus líneas de negocio, potenciando la internacionalización.

— Quisiera detenerme en su trabajo para Kendo. ¿Es un ejemplo de cómo la apuesta por el diseño permite sobrevivir a una crisis tan brutal?

— Mi relación con Kendo comenzó hace más de quince años. En ese momento su mercado era básicamente nacional. A día de hoy es global. Se trazó un plan estratégico que ha hecho que se consolide como una empresa de referencia. 

— ¿Cuál es la clave para mantener una relación continuada con una firma?

— Conocer el mercado al que te diriges y diseñar en esa dirección. Identificarse con la empresa, empatizar con ella y trabajar totalmente alineados. Las exigencias debes ponerlas tú mismo.

— Para la exposición Disseny al plat, trabajó con Juan Carlos Iñesta. ¿Era su primera experiencia con cerámica?

— Desde siempre me ha apasionado la cerámica, un material de alta calidad, transmisor de sensaciones y con mucha tradición. He realizado trabajos en cerámica con Benlloc, en Manises, y con la empresa de iluminación OLE! Curiosamente  había conocido a Juan Carlos meses antes, por lo que la relación y sintonía con él fue perfecta.

— ¿Cree que los diseñadores valencianos deberían involucrarse más en el diseño cerámico?

— Por parte de los diseñadores es un reto muy fácil de conseguir. Nos falta la otra parte, la industria cerámica, más inmovilista y a veces con poca facilidad para ver lo que el diseño puede aportar a su empresa.

— En paralelo, continúa en la Dirección de ADCV tras la reelección de Rafa Armero. ¿Cuáles son los principales objetivos?

— Aumentar la visibilidad ante el sector industrial y las instituciones. También, llegar mejor a las empresas y a la sociedad para que se reconozca la labor de los diseñadores y los beneficios de su trabajo. 

— Da la impresión de que hay una mayor sensibilidad por parte de las instituciones.

— Con la Generalitat la relación es muy buena y un ejemplo es el cambio que ha habido en relación a los concursos. Con el Ayuntamiento de València creemos que esta relación puede ser mejor. Es necesario que sepan qué podemos aportar a la ciudad y a los ciudadanos, no solo en materia de cartelería sino en diseño de mobiliario urbano y movilidad.

 — ¿Qué postura tienen respecto al nuevo rumbo que se ha impuesto en Las Naves?

— Nos ha dejado descolocados porque era un lugar trabajado por las asociaciones para lograr que se identificara como un centro de difusión del diseño. Creíamos que esa labor se estaba consiguiendo y nos topamos con el cambio. De todos modos, es una buena noticia que ADCV continúe en Las Naves y seguiremos planteando proyectos.

— ¿Se ha perdido la oportunidad de aglutinar esfuerzos en torno al diseño y la creatividad?

— Lo correcto sería que alguna institución pública ofreciera un espacio común para todas las asociaciones que trabajamos en esa dirección. Un lugar estable donde se pudieran desarrollar acciones para ser centro de referencia sobre diseño, interiorismo, ilustración o fotografía. Ahora hay una excesiva diversificación.

— ¿En qué punto se encuentra Valencia Disseny Week?

— Estamos trabajando para generar una VDW con contenidos de interés atrayendo el V Encuentro de Asociaciones Nacionales de Diseño. Nos gustaría que Ayuntamiento y Turismo Valencia se involucraran para crecer en internacionalización, invitando a asociaciones de países vecinos como Portugal o Francia. 

* Este artículo se publicó originalmente en el número 30 (abril/2017) de la revista Plaza

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