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la oportunidad de pisar tierra, por los aires

El barco del Levante se estanca... otra vez

23/01/2022 - 

VALÈNCIA. Avistó tierra firme, puso rumbo hacia ella y volvió a hundirse. El barco del Levante lo tenía todo para, este sábado, llegar a puerto por primera vez en toda la temporada. La oportunidad ante el Cádiz era única para ganar y ponerse a uno del mismo rival. Toda una ocasión para decir que existes y que la permanencia, de verdad, no era un milagro. Pero lo cierto es que lo sería. Perder ante el penúltimo de La Liga en casa era lo que le faltaba al levantinismo para sacar la bandera blanca. Los gritos de 'Quico, vete ya' -esta vez al unísono, al segunda vez que el Ciutat corea el cántico- contrastaron con los de vitoreo a Alessio Lisci. Una radiografía clara de lo que la afición, que ya se resigna a que el equipo se salve, quiere que sea su club en los próximos meses.

Mientras las matemáticas mantengan la esperanza, no habrá lugar para la rendición. Lo dijo Postigo y lo recalcó Alessio, de alguna forma, en sala de prensa. El daño de esta derrota es severo, pero no irreparable. El entrenador explicó mejor que su central -probablemente tras su peor partido y él lo sabe, por eso dio la cara- las razones por las que la hinchada de Orriols debe creer en el equipo: porque hay que mirar más allá del dolor y ver qué es lo que ocurrió en el campo. Sin embargo, eso no sirve sino para darse de bruces contra la realidad: el Levante fue, al fútbol, peor que el Cádiz. Quizá no en ímpetu y quizá, como manifestó el italiano, mereciera más. Al menos un gol. Pero el balompié consiste en meter la pelota entre las redes de la portería contraria y eso al Levante no se  le da muy bien esta temporada. En defensa, errático en momentos clave; en ataque, con falta de chispa en los últimos metros.

La batalla campal en zona de banquillos por los supuestos gestos de Iván Alejo en la celebración del gol no son más que una muestra de amor propio de la plantilla del Levante. Y de su entrenador, que fue expulsado sin saberlo prácticamente por pasar por allí. Una vez más, los jugadores enfurecieron al ver que no se respetaba, con absoluto rigor, la dignidad granota en Primera División mientras siga luciendo escudo en los estadios de la élite nacional. Ahí la plantilla sacó garra: Morales, Aitor, Alessio, Cárdenas -que esperó a Alejo en túnel de vestuarios cuano fue cambido y se citó 'en la calle' con Negredo desde la distancia-... Pero con la pelota en los pies no paso nada más -solo una ocasión que Malsa tira a la basura para el del honor- que el hielo sobre el césped del Ciutat. El Levante no fue superior a su rival y volvió a la casilla de salida.

Si lo del Cádiz no era una final, tal y como Alessio trasladó en la previa, sí era una semifinial. Ahora Orriols está a 9 de la permanencia. La marca el Mallorca, que perdió en Villarreal. Pero es que el Alavés, que hoy recibe al Barça, ya camina seis puntos por delante de los granota. Y el seguiente choque es en Getafe, ante el reforzadísimo equipo de Quique Sánchez Flores. Mientras tanto, y con el proyecto a punto de fundirse a negro, el Levante no firma a nadie para obrar lo que, ahora sí, se puede llamar milagro con todas la de la ley.

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