El día después

VALÈNCIA. Tanto el capitán José Luís Gayà como el entrenador Rubén Baraja fueron claros en sus manifestaciones a la hora de afrontar el análisis de la temporada vivida, y de cómo plantear el futuro desde una profunda reflexión. "Ojalá nos sirva para no volver a jugar con fuego. El valencianismo no se merece este sufrimiento.  Ojalá nos sirva para aprender para años siguientes”, dijo el capitán del equipo, mientras que su entrenador profundizó en la idea del análisis y la autocrítica: "Hay que hacer reflexiones desde la calma y analizar porque hemos llegado a la jornada 38 en esta situación. Ser críticos y buscar las causas. La temporada es muy mala. Esto nos tiene que servir de lección para cambiar la mentalidad y ser un club potente como éramos antes. Un club con las cosas claras, exigencia máxima y un proyecto de futuro. Todos tenemos que saber lo que representa este club. Buscando las causas, podremos avanzar. Lo más importante es que esto nos sirva para el futuro", añadió desde la sala de prensa Rubén Baraja.

Sin embargo, la exigencia y la autocrítica que ambos pedían al finalizar el partido poco tardó en quedar en entredicho al con dos imágenes que enfadaron primero al seguidor valencianista y luego lo sumieron en el temor a que nada cambie. Primero fue la foto de la plantilla sonriente en el vestuario del Villamarín celebrando una vergonzosa permanencia en primera, y de madrugada la foto de Kiat Lim con su padre Peter y con Cristiano Ronaldo, sonrientes en un salón de la casa.

Viendo esta nueva muestra de la poca exigencia de un vestuario que no tenía nada que celebrar (al menos en público) y de un propietario feliz y absolutamente ajeno al drama del equipo del que es dueño, la gran pregunta que se hace ahora todo el valencianismo es: y ahora ¿Qué?

El cambio se hace necesario desde la estructura. La exigencia pasa por unos ejecutivos con el peso específico para marcar la línea y el día a día para que el vestuario tome conciencia en qué club está. En ese sentido, la presidenta lleva desaparecida desde la famosa rueda de prensa del 2 de febrero y la primera línea la ha ido ocupando de manera paulatina Javier Solís. La petición realizada en el último viaje a Singapur fue más de confianza que de autonomía. A nivel proyecto Baraja va a necesitar saber cuál es la plantilla que se le queda y para eso es necesario saber cuál va a ser la inversión del propietario. A este respecto Layhoon ya dijo el 12 de diciembre en su comparecencia ante la prensa tras la junta de accionistas que: "No estoy de acuerdo en que una plantilla de bajo coste no pueda dar resultados deportivos. No sólo se consigue con dinero". En breve comenzarán a despejarse las incógnitas ya que según informó el diario As, mañana se producirá la primera toma de contacto entre técnico y club para discutir si se dan las condiciones para la continuidad del pucelano en el banquillo de Mestalla.

La economía del club va a seguir siendo precaria y, sin ir más lejos, los ingresos por derechos de TV van a sufrir un retroceso importante dada la posición final en la tabla clasificatoria.

Con ese hándicap en el punto de partida, podría haber esperanza si la parcela deportiva cayera en manos fiables, sin embargo el encargado de la planificación deportiva en las últimas y desastrosas temporadas, Míguel Ángel Corona, va a continuar en el cargo. El toledano continúa desaparecido tras sus tres apariciones públicas esta temporada. La más sangrante de ellas, la entrevista concedida al diario Marca en el que aseguraba que no había necesidad de ir al mercado dado que no veía que la plantilla cojeara en ninguna posició, o que el debate del mediocentro era algo más periodístico que real. Con una sumisión absoluta a las directrices marcadas desde Singapur y sin afrontar las carencias de la plantilla, no parece el pilar más fiable alrededor del cual levantar el proyecto del futuro.

Combinadas todas la variantes anteriormente descritas, a nivel deportivo es seguro que los cedidos acaban contrato: Cenk, Nico, Lino, Ilaix y Kluivert. Tampoco continuará Toni Lato tras rechazar la insuficiente propuesta realizada por el club. El futuro de Mamardashvili parece lejos de Mestalla, el de Cavani es -cuanto menos- dudoso, y se van a atender ofertas por todos los jugadores por los que pudiera llegar dinero. Que Javi Guerra, Diego López y Alberto Marí van a ser la bandera a la que se agarre con fuerza Meriton es algo que nadie duda. Ayer ya hubo la primera reunión en un hotel cercano al club entre Layhoon, Kim Koh, Javier Solís y Miguél Ángel Corona. El día después comenzó con una reunión que parece albergar un componente más propagandístico que efectivo. Y el remate fue un comunicado a media tarde con un discurso en el que se piden disculpas y se prometen cambios, pero que suena a hueco y es carente de cualquier tipo de credibilidad. El temor es que en líneas generales todo va a seguir igual a la hora de planificar un futuro, que de no cambiar radicalmente, convierte al Valencia CF de la temporada 2023/24 en el primer candidato a perder la categoría.