VALÈNCIA. Bordalás sabe de fútbol, desde luego sabe infinitamente más que yo. Se ha metido en un proyecto complejo, pero ha entrado con ganas y a todos los que siempre nos parece que trabajar en el Valencia es perder el tiempo, el tipo parece que no está de acuerdo y se está dejando la piel para proponer fichajes sí asumibles por el Valencia, es decir a un precio asequible para buscar luego un rendimiento positivo del propio jugador.
Tenemos ahora delante de nuestros ojos el escaparate que significa la Eurocopa y estamos viendo sucesivas victorias de equipo que así en principio debían perder sus partidos. Pero hagamos un análisis. Aquí no gana el equipo que tiene mejores jugadores por puesto. Sí lo hace, sí gana con mucho trabajo, ese equipo que está bien cohesionado como tal y sabe en todo momento lo que hacer sin perder su propia identidad. En resumidas cuentas. Ganan las tácticas generales a las estrellas generales, y esa evolución del fútbol, mirando ya al futuro en plan optimista nos puede traer alegría al Valencia de la próxima temporada.
Y debo ser sincero y colocar a Bordalás en el puesto que me encantaría que tuviera en el futuro inmediato en nuestro Valencia. Los nombres de jugadores que están saliendo como posibles fichajes responden a un patrón claro y conciso. No hablamos de presuntas estrellas ni de jugadores a precios desorbitados. Todo, al contrario. Hablamos de gente sin apenas nombre, pero muy disciplinada sobre el terreno de juego, que de eso se trata a partir de ahora este deporte. Y desconozco si le van a hacer caso a Bordalás, pero así en principio todo tiene buena pinta. Pocos fichajes, nombres casi desconocidos, futbolistas baratos o gratis, pero trabajadores por encima de todo disciplinados y de equipo, de hacer un Valencia con poco nombre, pero complicado de batir.
Hasta ahora he tenido mil dudas y sigo pensando que Meriton no para de burlarse con malas decisiones del Valencia y de todos aquellos que sentimos al Valencia como algo propio en nuestro corazón. Eso lo tengo claro. Ahora bien, y aunque luego les tenga que pedir perdón si me equivoco, debo decirles que sí que me fío de Bordalás y en el plan fututo que tiene para nuestro Valencia. Pensar en un futuro europeo es casi un pecado. Pero pensar en un futuro en descenso es más pecado todavía. Yo confío en Bordalás, y me gustaría pensar que tiene e el respeto de Meriton, esa enorme mentira que nos gobierna.