VALÈNCIA. El Levante pone su reloj a la hora de la verdad. No hay momento más definitivo que el actual para una plantilla que precisamente llega al mejor de sus niveles mostrado durante el curso al tramo decisivo. Fue clasificar para el play-off de ascenso y que la falta de acierto en las áreas, sobre todo en ataque, pareciera convertirse en un simple mal sueño que solo amargó un regreso plácido a la élite. Tendrá que ser a última hora y en el Ciutat, pero antes pasando por un estadio de Mendizorrotza que trae buenos recuerdos este curso.
Y es que en Vitoria este Levante ya extrajo una victoria tremendamente convincente en los momentos de mayor solera de Javi Calleja en el banco blaugrana. Y después, en la visita del Alavés a Orriols, otra victoria de músculo que los tropiezos posteriores acabaron convirtiendo prácticamente en agua de borrajas. Porque al menos sirvió, a la postre, para clasificar tercero y poder fiar a la vuelta una fiesta histórica por el ascenso inmediato que tantas cosas ha supeditado en casa granota.
La cita de esta noche se las trae, pero la realidad es que el vestuario del Levante llega pletórico de confianza. Por las nubes. A un nivel desconocido esta temporada. El equipo se siente, si no invencible, sí un hueso durísimo de roer. De ser el teórico deseado en Albacete para enfrentar en la primera ronda de la promoción, a transformarse en el coco. Y quizá no faltaran razones en tierras manchegas: Brugui ha vuelto tocado por la gracia de Dios, De Frutos ha encontrado la varita que había guardado en algún oscuro cajón y el equipo, en su totalidad, ha experimentado un paso adelante clarividente. Otra pantalla.
Sin embargo, Calleja tiene todavía incógnitas que despejar para armar su once en Álava. El técnico jugó al despiste durante la pasada semana y acabó colocando en el césped del Ciutat los mismos once que días antes habían revertido un mal inicio en el Belmonte. Hoy, los focos iluminan diversas posiciones. La primera, la de la zaga. Llega Róber Pier, pero recién recuperado de sus molestias de isquio que el miércoles le impidieron acabar el partido. Vezo podría volver a la titularidad, como también podría hacerlo Dani Cárdenas, aunque la decisión bajo los palos es la más peliaguda para el cuerpo técnico.
El equipo de Luis García Plaza volverá a jugar en su feudo tres días después de lograr frente al Eibar, por un global de 3-1, el pase al cruce definitivo por el ascenso ante su público, que llevó en volandas al grupo.
Obligado a introducir cambios, el técnico exlevantinista deberá recomponer su centro del campo al caer lesionado Salva Sevilla en el último partido y después de que el club no haya conseguido retener a Antonio Blanco, convocado incomprensiblemente con la selección sub-21 para el Europeo. En cambio, si podrá contar al menos para este primer choque con Abdel Abqar, Jesús Owono y Álex Balboa, que sí han sido liberados.
El once albiazul tratará de hacer valer su poderío en Mendizorroza e intentar sacar la mayor ventaja posible, ya que el empate favorece al conjunto granota, que le aventajó en un punto en la clasificación final de la Liga y será local en el encuentro decisivo en el Ciudad de Valencia seis días después.
Alineaciones probables:
Levante UD: Femenías, Pubill, Postigo, Róber Pier, Álex Muñoz, Iborra, Pepelu, Montiel, De Frutos, Brugui, Bouldini
Deportivo Alavés: Sivera; Tenaglia, Aqbar, Sedlar, Duarte; Benavídez, Moya; Abde, Guridi, Rioja; Villalibre.
Árbitro: Víctor García Verdura (C. Catalán)
Estadio: Mendizorroza
Hora: 21.00h.