VALÈNCIA. Arranca la cuenta atrás para el Levante. Los últimos seis partidos ligueros determinarán el devenir del club y, con ello, su planificación deportiva. Un plan de absoluta economía de guerra u otro algo más holgado -aunque sin desfases- de cara a la próxima temporada es lo que está en juego. También el futuro de algunos futbolistas hoy importantes en la plantilla de Felipe Miñambres y que, independientemente de la categoría en que milite el cuadro granota en agosto de 2024, se pretende que tengan cabida en el vestuario del próximo técnico. Lo que está claro es que habrá que vender y seguir ajustando el coste de plantilla si es en Segunda División. Sin embargo, sea como sea, hay posiciones que tendrán reforma.
En los laterales hay mucha tela que cortar. Concretamente en el derecho. El bajón de rendimiento de algunas piezas y el buen hacer de otras, ya sea en Orriols o en las cesiones que controla el club, invita a reflexionar sobre el diseño de los próximos carriles. En el derecho, Capa ha perdido la titularidad y ya parte por detrás de hasta tres hombres: Andrés García, Buba y Xavi Grande son los tres que han sido alineados por delante del portugalujo, quien ha jugado solo 13 minutos desde que Felipe asumió las riendas del banco granota. No ha sido titular con el astorgano al mando, de hecho, y su contrato expira en junio. Capa firmó una opción de ampliación por una temporada más a final de temporada, pero sin ascenso está por ver si el club la ejecuta.
A la situación del vasco, por ahora en intensa penumbra, se le une la intención de Buba Sangaré. El internacional con las inferiores de España cuenta con intereses varios, entre ellos el del Milán -que sigue ahí-, y su salida es una operación que contemplan con buenos ojos ambas partes. La del club, que puede hacer caja con una pieza inesperada a inicios de campaña, y la del propio futbolista, cuyo entorno sigue moviéndole en el mercado a sabiendas del interés que ha despertado tras debutar en el fútbol profesional con 16 años. Crecen las posibilidades de que el jovencísimo lateral hispano-africano abandone Buñol este verano. Mientras tanto, Xavi Grande no ha sido convocado en las últimas tres jornadas.
A todo esto hay que sumar el radar sobre los jugadores que militan a préstamo en diferentes clubes de la Primera RFEF. En esa posición destaca Carlos Giménez, en Unionistas de Salamanca. En el equipo que entrena Dani Ponz, el de Sedaví es pieza capital. De central o de lateral diestro. Está jugando prácticamente sin distinción en ambas posiciones y encanta a los técnicos, con y sin balón. Hoy, para Carlos 'G', que ya debutó con Javi Calleja en Eibar como lateral aunque al madrileño le costó verle para la categoría, hacerse un sitio en Segunda División podría ser un salto, pero se considera que está preparado, y es una opción económica... y de la casa. Mientras, el club da una importancia clave, también, a una cantera que, cada vez más, nutre al primer equipo por circunstancias. Tanto que ya se está reforzando al Juvenil DH que acaba de campeonar y que, hoy por hoy, es la gran fábrica de talento en Buñol.
En el carril izquierdo hay otra situación a resolver. La cesión de Álex Valle arrancó muy bien en el Ciutat pero el catalán ha perdido protagonismo. Además, el Barça está por la labor de incorporarle en su pretemporada, según apuntan desde la Ciudad Condal. Mientras tanto, Álex Muñoz, uno de los mejores jugadores del equipo, también termina contrato este verano y podría rubricar una ampliación automática en caso de ascenso, algo parecido a lo que ocurre con Andrés Fernández en portería. Y, al mismo tiempo, Franquesa está siendo una opción de garantías, insustituible, en el líder de Segunda. Cabe espera a la intención del Leganés con el lateral catalán y, sobre todo, a la categoría en la que juegue el próximo curso.