VALÈNCIA. Construir al equipo desde atrás le está saliendo caro, de momento, a Javi Pereira. Con dos porterías a cero desde que llegó -las dos únicas de esta temporada- el Levante parece progresar en tareas defensivas. Al menos ese fue el brote más verde del encuentro del pasado viernes ante el Athletic por más que también se mostrase contra el Getafe, en la primera cita del pacense, antes de ponerse glotón y encajar 12 goles en cuatro partidos. La primera línea de la idea de Pereira en Orriols era esa, echar el cerrojo de una vez por todas, pero con lo que no contaba el extremeño fue con la escasez en la producción goleadora que hoy viven sus pupilos.
Con el principal puntal en ataque más de un mes fuera -Roger es para el técnico la principal esperanza para frenar la sequía, lo conoce de su anterior etapa en el Ciutat y solo ha podido contar con él en un duelo- y Soldado tocado desde que el preparador aterrizara en Valencia, el gol se resiste más de la cuenta. Los granotas son el cuadro que más tantos recibe y no el que menos anota... por poco. Solo Getafe y Elche han visto red en menos ocasiones. El caso es que, con Pereira al mando de la nave, se han marcado la mitad de los goles que suman en su haber los levantinistas (6). Y de los delanteros, solo Morales ha mojado con el pacense en el banco -los dos que anotó en el Sánchez Pizjuán-.
Y es que la producción goleadora del frente de ataque está bajo mínimos. Si no fuera por los cuatro del Comandante, la responbsabilidad del gol granota correría a cargo de los centrocampistas prácticamente en monopolio. Roger lleva dos -uno de penalti ante el Rayo Vallecano-, Soldado todavía no se ha estrenado y disfruta de pocas situaciones de gol por partido -sale a poco más de un disparo por cada choque que juega-, y Dani Gómez sigue prácticamente desaparecido. Mientras tanto, Bardhi -solo de penalti-, Campaña, Melero, De Frutos y Róber Pier completan la lista de ayudantes a la delantera del Levante.
La situación actual en la zona ofensiva contrasta con la de la pasada campaña a estas alturas pese a la racha negativa que también sumió al elenco de Paco López en el descenso con tres encuentros seguidos sin anotar. Aún así, en la jornada 14 el Levante solo había marcado tres goles más que hoy (15), pero el 60% de ellos llevaban el nombre y los apellidos de los futbolistas de arriba. Morales y Roger sumaban cuatro dianas por cabeza, Melero y De Frutos dos por barba, e incluso Dani Gómez había aportado uno de los dos tantos que se adjudicó el pasado curso. 9 de esos 15 goles eran de delanteros.
Tal fue la 'dulzura' en ataque que el Levante llegó a marzo con la mejor dupla de atacantes de entre los equipos que clasificaban fuera de las plazas de Champions: Roger y Morales protagonizaron 20 de los 35 goles que la plantilla al completo había anotado hasta ese momento. Más de la mitad solo entre ambos en una carrera por superarse a sí mismos hasta final de temporada que, a la postre, terminó truncándose al mismo ritmo que el resto del equipo en el fatídico final de la 20/21. Además, Melero aportaba cuatro y los otros dos delanteros, al menos, habían tocado su casillero. Incluso un Sergio León que hoy en Valladolid ha marcado ya los mismos goles que en toda la pasada Liga en Orriols (2).
La premisa de Pereira es acabar jugadas con mayor celeridad. No pensarse demasiado el buscar portería y, ni mucho menos, dejar acciones a medias que en otras ocasiones han costado disgustos. Es por eso que el Levante suele lanzar entre los tres palos más que su rival. Al menos así ha sido en los choques en los que los granotas, pese a no conseguir resultados aprovechables, han mostrado una mejor versión. Ante Athletic, Alavés o Atlético de Madrid los levantinistas miraron más al portero que el rival. Incluso frente al Granada la estadística no se desniveló en este apartado a pesar de la contundente derrota. La diferencia, la poca claridad de las situaciones de las que disponen los hombres de Pereira y la falta de acierto cuando sí son capaces de imponerse.