VALÈNCIA. El Levante afronta el mercado de enero de fichajes con la intención, si puede cuadrar su ajustado presupuesto, de firmar un central, que es la petición expresa del entrenador, Julián Calero.
A falta de que se confirme la salida del delantero Fabrício Santos al EC Vitória de Brasil, el Levante también tendrá que estar atento a si vende a alguno de sus jugadores de la columna vertebral de esta temporada.
Porque el Levante, que ha sufrido serios retrasos en el pago de las nóminas a sus trabajadores en el mes de noviembre, tiene graves problemas económicos y ni siquiera ha convocado todavía la junta general de accionistas para aprobar las cuentas del ejercicio 23-24 y presentar el presupuesto del curso 24-25.
En el caso de que pudiera afrontar un gasto extra el Levante querría reforzar el eje de la zaga, ya que en esa demarcación Calero solo cuenta con Unai, Dela y Cabello.
El Levante ya intentó reforzarse con un central en el último día del mercado de verano. El elegido entonces fue Jair Amador, defensa del Real Zaragoza que acaba contrato en junio de 2025 con el equipo aragonés.