El Levante ya depende de sí mismo para el ascenso directo

VALÈNCIA. El Levante lo tiene en la mano. A falta de cuatro jornadas para el final de la Segunda División, el Levante, empatado a puntos con Granada y Alavés en el segundo puesto de la tabla, ya depende de sí mismo para lograr el ascenso directo a Primera. Con 65 puntos, y sólo dos por detrás del Eibar, los de Javi Calleja lograrán el ascenso de forma matemática si ganan los cuatro partidos que le quedan, pues tiene la diferencia de goles a su favor con el Alavés y el Granada.

El Levante venció a los babazorros en los dos partidos del campeonato por 2-0, mientras que con el Granada empató a cero en Los Cármenes y le ganó por 3-1 en el Ciutat de València. Además, estos dos rivales se enfrentan en la próxima jornada en Vitoria y, de este modo, sólo uno de ellos podría sumar doce puntos hasta el final. Es decir, al menos a un oponente se le empinará la cuesta,  aunque bien podrían ser los dos si firman un empate en Mendizorroza. Es el marcador ideal.

Granada, Eibar y Las Palmas lo pusieron en bandeja

Hoy el Granada clasifica por encima del Levante en la clasificación. Las reglas de la competición colocan a los andaluces ahora por encima, en la segunda plaza tras el empate de este domingo, porque su average general (+19) es más positivo que el granota (+15). Pero ese criterio solo prevalece durante el desarrollo de la competición; al final de la misma, el goalaverage particular entre los implicados el que resuelve. Y eso está vencido con Granada, Alavés y Eibar. 

El único rival con el que, por ahora, un empate final a puntos amargaría la vida a la parroquia levantinista es la UD Las Palmas. El cara a cara con los canarios está igualado (1-1 y 0-0) y, en el segundo criterio de desempate, los de García Pimienta están ligeramente por delante: su diferencia de goles general está en +16. Eso sí, es un aspecto que, al contratio que el enfrentamiento directo, está todavía abierto. Las cuatro últimas jornadas también resolverán en este sentido: el Levante, si no gana sus cuatro envites, habrá de tratar de ampliar su ventaja en los que sí venza.

A favor del Levante también está el calendario, ya que después de viajar este sábado para enfrentarse al Tenerife en su partido más complicado hasta el final, jugará en casa ante un Ibiza descendido, visitará al Villarreal B, casi salvado, y cerrará el curso ante el Real Oviedo, sin nada en juego. El más complicado es el del Alavés, que tras caer en Orriols ha de recibir al Granada, ir a Albacete -implicado en la pelea por la última posición de acceso al playoff-, jugar en Mendi ante el Málaga -posiblemente todavía vivo en la batalla por la permanencia- y acabar la temporada en Gran Canaria.