VALÈNCIA. Tres victorias consecutivas han permitido poder disfrutar de un fin de semana de paz y tranquilidad. Estas semanas huérfanas de fútbol son traicioneras. Si la cosa va bien, baño y masajes. O “besos y abrazos”, que decía el bueno de Jesús Barrachina al que tanto echamos en falta. Pero como se llegue a un domingo sin fútbol con una racha de malos resultados, empiezan a salir nombres de posibles recambios, ventas en el mercado de diciembres, rajes varios por las esquinas, etcétera, etcétera... Afortunadamente, el Valencia CF ha llegado a esta semana de descanso liguero en, quizás, el mejor momento de la era Celades desde que el técnico llegó a Mestalla. Tras unos meses convulsos por las salidas de Mateu Alemany y Marcelino el júbilo es tal, que Anil Murthy incluso montó una fiesta para sus empleados en Paterna. Esos jolgorios, como el que se vivió el otro día en la Ciudad Deportiva, evocaban el recuerdo de aquellos maravillosos años en los que el clan argentino del vestuario (Ayala, Kily, Aimar, Pellegrino….) cocinaban sus tradicionales asados con el mítico Papi como anfitrión. ¡Que tiempos!
Como digo, Murthy se ha pagado una juerga gracias a que el Valencia CF carbura. De lo contrario, nadie tendría el cuerpo para jotas. Y la cosa marcha gracias a la profesionalidad de un vestuario comprometido que ha dado la cara en los últimos partidos. Albert Celades lo ha tenido fácil. Su primer objetivo era ganarse la confianza de unos jugadores encabronados por la marcha de Marcelino. El entrenador tiró de manual para ello. Aplicó sus dosis de experiencia en cocinas tan complicadas como las del Madrid o del Barça y supo aportar las dosis de tranquilidad necesarias para apagar el incendio de los fogones. El entrenador valencianista maneja los códigos de los futbolistas con la precisión de un reloj suizo. Sabe respetar jerarquías. Dialoga. Y si hay que aliarse con las vacas sagradas para tirar a un medico enchufado…. pues ¡al carrer!. El doctor López Mateu no le ha durado ni dos telediarios. Vaya papelón.
Celades ha tenido un buen maestro. Sin duda el mejor diplomático que ha dado el fútbol moderno. No hablo de Anil Murthy, sino de Vicente Del Bosque. Nadie mejor que el exseleccionador nacional para gestionar egos. Del Bosque es un maestro zen. Fue Luis Aragonés quien cambió la historia del fútbol español con aquella Eurocopa de 2008. Pero el éxito final llegó con Del Bosque. El maño, como así llamaban a Luis sus futbolistas durante su etapa en Mestalla, fue más valiente que nadie. Se la jugó al apartar a Raúl de la selección y no dudó en encararse con quien hiciera falta defendiendo siempre una causa que considerara justa. Cuando Aragonés abandonó la selección, Del Bosque supo aprovecharse de ese trabajo para darle continuidad en el Mundial de Sudáfrica 2010. Aquel torneo no comenzó bien. España perdió su primer partido ante Suiza (0-1). Pero Del Bosque aportó paz y serenidad en el colectivo hasta recuperar la confianza ganando a Honduras y a Chile en los dos siguientes partidos. Ese método le dio resultado. Porque a partir de ahí, todo fue rodado hasta el histórico gol de Iniesta.
Celades ha aplicado el modelo Del Bosque al Valencia CF. Ambos son del mismo perfil. El propio Celades lo reconoció en la presentación del curso de entrenadores de la Federación Valenciana de Fútbol. Ante un foro de futuros técnicos, no dudó en afirmar que sus grandes referentes en un banquillo eran Del Bosque y Lopetegui. De este último, mejor no hablamos. También cuenta con la inestimable ayuda de Javier Miñano, un preparador físico que lleva mucha mili hecha…. Eso también suma. Estoy convencido de que Celades ha hablado del sistema de juego con los futbolistas. Fijo que en Paterna esa discusión ha estado sobe la mesa del entrenador. Si se ha apostado por el 4-4-2 (ahora más un 4-2-3-1 con Rodrigo de enganche), es porque al técnico le han hecho ver que el equipo logra así mejores resultados.
Lo que más me está gustando de Celades es su facilidad para leer los partidos una vez que el balón ha echado a rodar. En ese sentido, el entrenador del Valencia CF mantiene intacta esa excepcional visión que tenía cuando repartía juego desde la medular. Más que un entrenador de alineaciones, hay veces que de salida no acierta con el once inicial, Celades tiene habilidad para cambiarle el ritmo a un partido. A la hora de hacer cambios, es un técnico rápido. Y de los que aciertan. Si al final en las segundas partes se recupera lo perdido en las primeras, o se mejorara estos resultados en la segunda vuelta de la Liga… bienvenido sea. Murthy se pagará otra jarana. Salud.