VALÈNCIA. Avanza el mundial con la primera fase ya extinguida y el comienzo de las eliminatorias de octavos de final. Eso significa que el campeonato comienza a marcar vencedores y vencidos, y entre los segundos se encuentran todas las selecciones que se han ido ya para casa las 16 eliminadas en fase de grupos, y las 4 de los encuentros de octavos que se han disputado este pasado fin de semana.
En clave valencianista encontramos que entre las primeras que se fueron para casa está la Uruguay de Edinson Cavani. Apeada del torneo de manera dolorosa, la gran ilusión de Cavani -disputar su último mundial- se ha tornado en una fuente de dolor y conflicto.
La pronta eliminación del equipo charrúa con una polémica decisión arbitral de un posible penalti no pitado precisamente al propio Cavani, desataron la indignación y la frustración de toda la selección uruguaya. Las imágenes del arquero golpeando y tirando el suelo el monitor del VAR en su retirada a los vestuarios, han dado ya la vuelta al mundo y dejan bien a las claras el dolor que ha producido en el delantero valencianista la eliminación de su selección.
A nivel individual tampoco le han ido mejor las cosas a Cavani. El uruguayo se va del mundial sin ver puerta, sin jugar un partido completo (jugó 26 minutos del primer partido ante Corea, 73 del segundo ante Corea y 24 del último ante Ghana). Además tuvo un encontronazo verbal con su seleccionador Diego Alonso al señalarlo como responsable del mal juego de su selección tras el partido ante Portugal: "Hay que preguntarle a Diego Alonso. Te va a poder hablar tácticamente. Son partidos de fútbol. A veces las cosas salen, a veces no. Dejar puntos así, que a veces cuenta". Tras estas declaraciones, Cavani perdió la titularidad ante Ghana dejando su sitio en el once a Luís Suárez.
Por si todo esto fuero poco, multitud de voces en Uruguay han cargado contra Cavani aludiendo a que en teoría venía a Europa para esta bien preparado para el mundial, y su rendimiento ha sido decepcionante.
Así que el post mundial para Cavani no va a ser fácil. La suerte con el delantero uruguayo es que su amplia experiencia en el mundo del fútbol le hace inmune a determinados comentarios externos. Pero no se puede obviar que para el charrúa ha sido un palo gordo su discreta participación el mundial y la manera de caer en la fase de grupos.
Es por eso que, al igual que ya ocurriera con el golpe anímico sufrido por Gayà al volverse para casa, el Mundial vuelve a dejar en Paterna deberes en lo anímico. En el caso del capitán valencianista, Gattuso no dudó en coger el toro por los cuernos. Su carisma y su ascendencia sobre el grupo le otorgan al preparador calabrés un protagonismo especial a la hora de estar encima de sus futbolistas para restañar algunas heridas en el plano anímico.
Si con el capitán no dudó en hablar con él para elevarle la moral y le dio algunos días de descanso, no es para nada descartable que con Cavani la hoja de ruta sea muy parecida. La importancia del delantero en el equipo es evidente y se necesita que su vuelta signifique la recuperación de un referente sobre el terreno de juego. Primero una ligera desconexión para asimilar lo vivido y desconectar un poco y luego "marcaje" de cerca para devolverle lo antes posible al plano anímico más óptimo a nivel tanto individual como colectivo.
También se vuelve para casa Yunus. En el caso del norteamericano es algo diferente, ya que el centrocampista ha vivido una extraordinaria experiencia en la Copa del Mundo. Titular indiscutible en su selección, el futbolista del Valencia CF ha sido uno de los mejores jugadores de los Estados Unidos en el mundial. Su progresión ha sido evidente e incontestable y además llegar a octavos con la selección yanqui no es mal un resultado.
Su vuelta a Paterna también se demorará ya que deberá afrontar unos días de descanso, y pese a que es seguro que a Yunus y a sus compatriotas les hubiera gustado seguir en la competición y que se vuelve para casa sólo un día más tarde que Cavani, es evidente que las circunstancias son completamente opuestas.