VALÈNCIA. Miércoles 22 de septiembre. Minuto 67 de partido. El Valencia está recibiendo un severo correctivo en el Sánchez Pizjuán. Pepe Bordalás, entrenador del equipo, abre la segunda ventana de cambios y mete en el campo a Marcos André y a Koba Lein. Luego entra Manu Vallejo y, previamente, lo han hecho ya Yunus y Diakhaby. Uros Racic se queda inédito. Al serbio le pasa por encima en la rotación de mediocentros de la plantilla el joven Koba, al que el club le buscaba una salida en forma de cesión este verano.
El paso atrás de Racic es evidente. El internacional serbio, de 23 años, un metro noventa y tres de altura, y un físico privilegiado para convertirse en un centrocampista diferencial, no acaba de explotar en el Valencia. La inercia de mejoría que ha traído Bordalás y que ha afectado a numerosos compañeros no alcanza al centrocampista. Racic, esperanza del club para convertirse en un mediocentro 'box to box' moderno, decepcionó el curso pasado, excepto en un par de momentos puntuales de la temporada. En su descargo, el jugador pudo verse arrastrado por el decepcionante rendimiento de todo el grupo y por la dinámica negativa que acompañó al bloque con Javi Gracia en el banquillo. Gracia, además, no marcó los roles en aquella pareja de medios y perjudicó a ambos futbolistas.
Bordalás lo testó en pretemporada en su búsqueda de un '6' y a la espera del fichaje para esa posición que, finalmente, no llegó. El preparador alicantino, sin embargo, arrancó la temporada ante el Getafe con Hugo Guillamón. Bordalás prefirió reconvertir a Guillamón, central hasta ese momento, antes que darle el estatus de titular al serbio. Pese a la expulsión del canterano en el minuto 3 de aquella primera jornada, Bordalás ajustó el equipo sin Racic, desplazando a Soler al centro. El serbio entró en el minuto 69 por Daniel Wass.
Una semana después, jugó los 90 minutos para suplir la baja de Guillamón. El equipo empató a uno con Racic adornándose y ralentizando el juego en varias acciones que necesitaban de mayor rapidez. El medio centro que formó con Wass fue muy plano.
Desde ese momento y hasta el partido ante el Sevilla, los minutos de Racic se han reducido considerablemente. Los mediocentros habituales para el técnico son Guillamón y Wass. El serbio sólo participó ante el Real Madrid los últimos 10 minutos de partido. Entró en un triple cambio, junto a Hélder Costa y Marcos André, para aguantar el 1-0 y dar descanso a los titulares en el minuto 80. Su entrada en el campo coincidió con la reacción del Real Madrid, que en el 85 ya había hecho dos goles. El serbio se vio superado y no fue el jugador que necesitaba Bordalás para fortificar el centro del campo, en un momento de necesidad, y conservar los tres puntos.
Ante el Sevilla, Bordalás prefirió meter a Koba antes que a Racic. Su protagonismo en el equipo se reduce. En un once inicial muy marcado como es el del entrenador alicantino, el jugador está dentro de la unidad B, pero necesita aprovechar mejor sus minutos o se quedará en un rincón pese a su juventud y a lo que dicen sus condiciones físicas desde que el Valencia lo fichó.