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VALÈNCIA. “Nuestro pensamiento pasa por trabajar con un 4-4-2, a veces con un mediapunta o con dos puntas en función del tipo de partido o de rival. Apenas hemos podido jugar con dos puntas todavía, no tenemos muchas alternativas, pero el fútbol a veces tiene esto, tienes que modificar para seguir siendo competitivos”, explicó Rubén Baraja en la rueda de prensa previa al partido contra el Girona.
Baraja tenía un plan visualizado el pasado verano que todavía no ha fructificado por diferentes circunstancias. El técnico valencianista quería asentar la propuesta de jugar con dos delanteros, una fórmula que le dio buen resultado el pasado curso cuando ‘mezcló’ la pareja Hugo Duro-Roman Yaremchuk. Para esta temporada, Baraja obtuvo la pieza ‘deseada’ desde hace año y media: Rafa Mir.
Sin embargo, la posibilidad de apostar por dos arietes está siendo accidentada en el primer tramo de la temporada. En las dos primeras jornadas, las ausencias de Baraja en los costados le obligaron a retocar su idea inicial. Rafa Mir fue ‘reciclado’ para jugar en banda derecha, dejando a Hugo Duro como única referencia y Almeida como ‘enganche’.
En la visita a San Mamés, el ‘Pipo’ puso en escena la pareja ofensiva que tenía en mente: Hugo y Rafa Mir. No obstante, el rendimiento no fue el esperado y la deshizo a la hora de partido. De hecho, Mir fue suplente contra el Villarreal y solo coincidió con Hugo en el tramo final.
Posteriormente, Baraja perdió a los delanteros de una tacada. Para colmo, Alberto Marí hizo las maletas a Zaragoza en la recta final del mercado y la decisión fue ocupar su ficha con el refuerzo de un extremo (Germán Valera). Las ausencias fueron de Rafa Mir por una sanción disciplinaria de dos partidos y Hugo Duro por una lesión muscular. Ante las bajas, el técnico ha recurrido a Dani Gómez con un centrocampista por detrás. Ahora, Baraja espera recuperará en breve a sus dos ‘9’ para ampliar su abanico de alternativas en ataque.