VALÈNCIA. La vida de los futbolistas en sus clubes cambia en cuestión de minutos jugados, de goles o de apariciones estalares, y la de Enis Bardhi en el Levante ha dado un ligero giro de tuerca. Si bien es cierto que el macedonio, por condiciones y juventud, era ya uno de los jugadores llamados a ser importantes en el proyecto actual, lo cierto es que su temporada pasada fue discreta y el verano le ha traído vavienes que, a la postre, le han mantenido en Orriols. El '10' marcó ante el Atleti los dos goles que permitieron el empate del cuadro de Pereira. Fueron dos penaltis, pero tuvo agallas para lanzarlos dentro del delicado presente del equipo y, sobre todo, tras los fallos de las dos últimas penas máximas que tanto han penalizado al Levante.
Morales no quería ni mirar pero el propio Pereira tenía claro que Bardhi mandaría a guardar los dos lanzamientos. "Es un jugador que muestra algo diferente, que ve el pase donde nadie lo ve, que tiene personalidad, y además es un buen lanzador", dijo de él el técnico pacense en la rueda de prensa posterior al encuentro del jueves. Y es que el entrenador espera el regreso de la mejor versión del balcánico con los brazos abiertos. Pereira aterrizó en Valencia con Bardhi ultimando su recuperación del maltrecho bíceps femoral, del que se lesionó con su selección en el primer parón por fecha FIFA del curso. Se perdió seis partidos después de un inicio tan discreto como su campaña anterior, pero ya en Sevilla mostró el liderazgo que el nuevo preparador busca en él.
Bardhi es una de las bazas de Pereira en la medular, pero hace meses bien pudo dejar de ser centrocampista del Levante. El macedonio, entonces, era baza pero para las arcas económicas del club, que tenía que vender futbolistas por valor de 16,5 millones de euros pero que terminó encontrando el progreso de la inversión de CVC en La Liga. En cualquier caso, Bardhi era una de las piezas por las que la entidad de Orriols estaba dispuesta a escuchar ofertas, más aún en medio de una Eurocopa que contó con el debut de Macedonia del Norte en el torneo, donde el '10' podía despuntar. Incluso el propio futbolista se dejó querer y empezó a dejar caer en su entorno la posibilidad de cerrar una etapa en el Ciutat de València. Por unas o por otras -no abundaron las ofertas cercanas al discurso de 'no malvender a nadie' en los despachos de Orriols- esa etapa siguió adelante y se mantiene vigente.
Bardhi es ídolo de una parte importante de la parroquia granota. Un futbolista sobre el que sigue habiendo esperanza, sobre el que se depositan las llaves de la creatividad del Levante que tanto falta en ocasiones y que se pudo ver ante el Atlético más allá de convertir dos penaltis. Su celebración con la grada en ambos goles devuelven la comunión entre futbolista e hinchada, y hacen confiar en una versión más acertada de un jugador que ya, en 90 minutos, ha superado los goles que marcó la temporada pasada... y probablemente ha dejado mejor sabor de boca.