El equipo andaluz está dispuesto a realizar un segundo intento para fichar al centrocampista del Valencia CF
VALENCIA. El Sevilla FC volverá a la carga para hacerse con los servicios de Dani Parejo de cara a la próxima temporada. El centrocampista de Coslada es el objetivo número uno de Monchi para reforzar el centro del campo de Sampaoli y tras presentar una primera oferta de diez millones de euros, está dispuesto a realizar un segundo intento para fichar al jugador del Valencia CF.
El club de Mestalla por su parte, tiene claro que no puede ceder y vender a una de las piezas claves de Pako Ayestarán para el centro del campo a un precio por debajo de su cotización en el mercado y mucho menos a un rival directo por acabar en la Liga de Campeones la próxima temporada como es el Sevilla FC.
No obstante, el Sevilla FC que ya ha solventado su incógnita en la delantera con la llegada de Luciano Vietto y el traspaso simultáneo de Kevin Gameiro al Atlético a cambio de 32 millones de euros más 4 variables, ha propiciado que las arcas de Nervión estén llenas para aumentar su propuesta por Dani Parejo.
La salida de André Gomes al FC Barcelona, refuerza la importancia de Parejo para Pako Ayestarán. El técnico ya ha conseguido retener a Enzo Pérez y darle galones en el equipo y pretende convencer al madrileño de que debe ser la 'brújula' del equipo blanquinegro en su nuevo proyecto. Sin embargo, la mente del '10' valencianista anda todavía algo dispersa y sigue convencido en que lo mejor para todas las partes es que abandone la entidad valencianista este mes de agosto.
Después de quedarse sin jugar en el penúltimo duelo de pretemporada ante el Feyenoord al recibir un toque de atención por parte del cuerpo técnico al no entrenar al ritmo que se espera de él, Parejo saltó al césped en la última fase del triunfo del pasado sábado ante el FC Ilves y no hizo más que plasmar en el verde la falta de actitud que Ayestarán le recriminó tras su ausencia ante el Feyenoord. El amistoso, que se planteaba clave para empezar a ver hacia donde se dirigía el futuro del madrileño, no ha hecho más que aumentar las dudas.