VALÈNCIA. El Valencia, a apenas diez días de debutar en la Liga ante el Getafe el viernes 13 de agosto, avanza en la asunción de la identidad rocosa que le quiere inculcar su nuevo entrenador José Bordalás pero con el lastre de no tener aún un centro del campo sólido.
La llegada cedido del Hertha de Berlín del central paraguayo Omar Alderete le ha permitido contar con un socio fiable de Gabriel Paulista para el centro de la defensa, que era una de las preocupaciones del técnico.
En cambio, el entrenador alicantino aún espera el mediocentro que ha solicitado. Esa situación, unida a la ausencia en la pretemporada de Daniel Wass y Carlos Soler y a la baja por lesión de Uros Racic ha dejado a Bordalás sin los cuatro jugadores que en teoría iban a alternar en esas dos posiciones.
En su lugar, se han estabilizado en esa zona el central Hugo Guillamón, capaz de mover el balón pero con problemas para contener al rival, y el joven Alessandro Burlamaqui, contundente en el juego defensivo a ras de césped pero menos por alto y aún con poca disposición de sacar la pelota.
El peruano no ha sido el único canterano que ha demostrado en esta pretemporada que puede ser útil en la primera plantilla. También han brillado el portero georgiano Giorgi Mamardashvili y el lateral izquierdo Jesús Vázquez.
La madurez que los tres han demostrado puede variar alguna estrategia del Valencia en este último mes del mercado de fichajes en el que sigue necesitado de ingresar cerca de veinte millones de euros netos para cuadrar sus cuentas del pasado ejercicio.
Sin ofertas apetecibles por Gonçalo Guedes, Maxi Gómez o Jasper Cillessen (buena parte de cuyas amortizaciones aún debe pagar el club), los tres se han asentado como piezas clave del once de Bordalás. En el caso del portugués, como segundo delantero, y en el del portero holandés pese a su lesión muscular.
Si saliera cualquiera de los tres, el alivio económico llevaría incorporado la necesidad de fichar. Además del centrocampista defensivo, Bordalas quería sumar a un delantero y a un lateral derecho, movimientos que parecen complicados.
En cualquier caso, la posible venta de la que más se está hablando es una con la que el club no contaba en principio, que es la de Wass. El danés admitió en una entrevista que se planteaba regresar a su país y el Olympique de Marsella trasladó al Valencia hace unos días su interés en obtener su traspaso (se entiende que con el beneplácito del jugador).
El Valencia insiste en no querer desprenderse de él, ha dicho que le volverá a ofrecer la renovación dado que acaba en 2022 y, en cualquier caso, ha apuntado que no ha perdido valor sino que lo ha ganado respecto a los seis millones que pagó por él en su día al Celta de Vigo.
El jugador debe unirse este lunes a los entrenamientos tras sus vacaciones y ya sólo quedarán por incorporarse Carlos Soler y Kang In Lee, que disputan los Juegos Olímpicos. El surcoreano podría ser otra de las maneras de hacer caja para el Valencia pero el jugador parece dispuesto a esperar y fichar libre por otro club el verano que viene.
En este último tramo de pretemporada, el Valencia aún tendrá dos pruebas más, el día 4 en Mestalla ante el Milán y el 7 en el campo del Brentford inglés. De momento, el triunfo ante el Levante en el último amistoso le ha permitido dejar atrás la mala imagen que dio ante el Zaragoza en su única derrota en esta preparación. Antes ganó al Villarreal, al Atromitos y al Cartagena.
Además de para afinar la puesta a punto estos últimos días deberían servir para recuperar a Racic y a Cillessen pero también a otros lesionados como Yunus Musah, Jaume Doménech, Álex Blanco o Cristiano Piccini.