VALÈNCIA. El Valencia Basket visita este sábado al Lenovo Tenerife, líder de la Liga Endesa, y lo hace en busca de un triunfo que le sirva para pasar la página de su gran derrota en la pista del Virtus Bolonia el jueves en la Euroliga, ante el que cayó por treinta puntos y firmó su peor partido de la temporada.
La reacción que ofrezca el equipo de Álex Mumbrú tras ese mal partido, bien sea en positivo como medio de resarcirse o en negativo en forma de pérdida de confianza, será el primer aspecto que marque el encuentro de este sábado.
Además, el factor cansancio también puede condicionar un encuentro que empezará menos de 48 horas después de que acabara el encuentro en el Paladozza y tras haber tenido que afrontar la expedición un largo viaje entre Bolonia y Tenerife.
Igualmente, el choque estará marcado por el hecho de que el equipo afrontará tres encuentros la semana que viene, aunque todos ellos se disputarán en la Fonteta, lo que le evitará el desgaste de los desplazamientos.
Más allá de la derrota en Italia, tras ganar en la pista del Breogán en la última jornada, el conjunto valenciano afronta este choque con un balance de cuatro triunfos y tres derrotas (por el de seis victorias y un solo tropiezo de su rival) que aún no le ha permitido regresar entre los ocho primeros clasificados, la zona que da derecho a disputar la Copa del Rey.
Tras haber vuelto a competir Jasiel Rivero y Sam Van Rossom ante el Virtus, las dos únicas bajas seguras para el encuentro son Millán Jiménez y Martin Hermannsson aunque habrá que ver el estado de Bojan Dubljevic, que se perdió el encuentro en Italia por una gastroenteritis.
En cualquier caso, Mumbrú deberá descartar a uno de sus tres extranjeros, es decir bien a Rivero o bien a los estadounidenses Jared Harper y James Webb III, que son los que actualmente están dados de alta.