VALÈNCIA. El Valencia busca 'pólvora' a contrarreloj. Un verano más, el club llega a la recta final del mercado con los deberes por hacer y la necesidad de firmar futbolistas que eleven la competitividad de la plantilla. A falta de pocos días para que finalice la ventana de fichajes, al Valencia le urge fichar al menos un delantero que compita por un puesto con Hugo Duro.
La salida de Rafa Mir del Sevilla está enquistada y el Valencia está obligado a rastrear alternativas. Pese a que el deseo del atacante de firmar por el Valencia es firme, el Sevilla ha dado un frenazo a la operación fruto del mal arranque liguero y su escaso margen económico para encontrar un sustituto.
La petición número uno de Baraja es Rafa Mir, pero el Valencia CF es consciente que tiene que ir avanzando otras opciones. De hecho, el club se encuentra en un escenario similar al que le ocurrió hace un año con Bryan Gil. El extremo tenía la intención de regresar a Valencia y la promesa del Tottenham de dejarle salir una vez tuviese un recambio.
Sin embargo, los 'Spurs' se vieron incapaces de encontrar una alternativa que colmase sus expectativas y acabó cambiando su decisión, dejando a Bryan Gil en Inglaterra pese a su voluntad de vestir de blanquinegro. En aquel momento, el Valencia tuvo que activar otras carpetas del mercado y finalmente cerró sobre la bocina la cesión de Justin Kluivert procedente del AS Roma.
Ahora, el Valencia planea un último arreón para convencer al Sevilla para fichar a Rafa Mir. Si no lo consigue, el club tendrá que luchar contra el tiempo para conseguir un delantero en las condiciones económicas que autorice Peter Lim.
En cuanto al Sevilla, considera que la propuesta del Valencia CF llega tarde y que tiene muy poco tiempo para encontrar un sustituto de garantías a Rafa Mir. Pese a que la oferta del Valencia CF incluye un pago por la cesión, el club de Nervión entiende que esa propuesta no alcanza las exigencias que en su día trazó para dejar salir a Rafa Mir en calidad de cedido. El Sevilla pretendía en aquel momento que el Valencia asumiera el salario y amortización íntegra lo que elevaba la operación a los 5,2 millones de euros.