VALÈNCIA. El Valencia completó este viernes con su victoria in extremis por 2-1 ante el Villarreal sus primeros dos tercios de Liga, en el que el balance general no pasa de ser discreto, aunque sus números hacen pensar en que el objetivo de la permanencia en la categoría es factible.
El equipo valenciano inició la temporada con la clasificación para la próxima edición de las competiciones continentales en su punto de mira, tras no estar esta temporada en Europa, pero a medida que avanzaba la primera vuelta del campeonato esta opción se desvaneció e incluso dio paso a una cierta preocupación al estar el equipo más cerca del descenso que de la zona alta de la tabla.
Las tres victorias logradas en los últimos tres encuentros en Mestalla ante Elche (1-0), Celta (2-0) y Villarreal han supuesto la obtención de nueve puntos clave y el ascenso del conjunto que entrena Javi Gracia a la zona media de la tabla, aunque más cerca de los rivales que luchan por no bajar que de los que aspiran a disputar la Liga Europa.
Con los treinta puntos sumados en los veintiséis partidos ya disputados, la proyección en los doce que restan es la de acercarse a los 44, una cifra que ha siempre ha garantizado la permanencia en los últimos años y que apunta a servir en esta temporada dada la igualdad existente en la zona baja de la tabla.
Los tres triunfos en casa le han supuesto grandes esfuerzos al Valencia y han estado acompañados de dos pésimos partidos en los desplazamientos para medirse al Real Madrid y al Getafe, pero se enmarcan en una segunda vuelta en la que ha habido una cierta mejoría. El Valencia sumó el 35 por ciento de los puntos hasta el ecuador del campeonato y se acerca al cincuenta en los siete encuentros jugados desde entonces.
Más allá de las aportaciones puntuales del meta Cillessen y el delantero Guedes, fundamentales en la victoria ante el Villarreal, la mejoría de Thierry Correia en el lateral derecho y la presencia de Gayà como jugador más importante del equipo, en el izquierdo, han contribuido a que el Valencia se haya alejado del descenso con Paulista, Wass, Carlos Soler y Racic como hombres fundamentales junto a los destellos de Manu Vallejo.
Faltan los goles de Maxi Gómez y la continuidad de algunos futbolistas en un equipo en el que los tres jugadores fichados en el mercado de invierno, ya que el papel que han jugado Francisco Ferro, Patrick Cutrone y Cristian Oliva hasta ahora ha sido testimonial.
El Valencia iniciará ante el Levante este viernes en el Ciutat de València el último tercio de una Liga que, por mucho que el equipo mejore, nunca será recordada por su afición con especial agrado, pero con la posibilidad de dar un paso adelante de cara a un futuro más halagüeño en uno de años más oscuros para la entidad desde el punto de vista institucional.
De los doce encuentros que le restan, seis los jugará el equipo en Mestalla y otros tantos a domicilio con la circunstancia de que cinco serán ante rivales que actualmente le preceden en la tabla y siete frente a contrincantes peor clasificados, entre los tres colistas a día de hoy (Eibar, Alavés y Huesca).
Por todo ello y para evitar riesgos, en los encuentros ante equipos peor clasificados será importante controlar la diferencia particular de goles que en estos momentos solo le resulta desfavorable de entre todos sus perseguidores con el Getafe.