El Valencia decepcionó en su anhelado regreso a la 'Champions'

Como consuelo ha quedado la participación en la Liga Europa, una competición que por prestigio y rendimiento económico dista mucho de lo que ofrece la Liga de Campeones

22/12/2015 - 

VALENCIA. El Valencia protagonizó en 2015 un decepcionante regreso a la Liga de Campeones tras casi dos temporadas de ausencia y anhelada espera por parte de su afición, tras haber sido incapaz de superar una fase de grupos accesible a priori para los valencianistas.

El equipo de Mestalla tuvo que sudar su vuelta a la máxima competición continental hasta el último día de la temporada 2014-2015, pues no fue hasta la jornada final de la pasada Liga cuando certificó su presencia en la 'Champions'.

Un gol de Paco Alcacer a once minutos del final del partido con el que cerraba la Liga el Valencia, en Almería, posibilitó que el equipo entonces dirigido por Nuno Espirito Santo se hiciera con la cuarta plaza clasificatoria tras una enconada lucha con el Sevilla hasta la última fecha de la competición.

Esa cuarta plaza en Liga obligaba al Valencia a pasar la criba que supone la ronda previa de la Liga de Campeones en agosto, en la que se tuvo que enfrentar al Mónaco y al que superó con dificultades tras un triunfo en casa por 3-1 y una derrota a domicilio por 2-1.

Pese a las dificultades, el Valencia volvía a la Liga de Campeones, después de haber estado ausente en las dos anteriores ediciones.

El resultado del sorteo de grupos hizo pensar que el Valencia podría estar de nuevo entre los dieciséis mejores equipos de Europa tras quedar emparejado con el Zenit ruso, Olympique de Lyon y Gante belga, pero sobre el campo el conjunto valencianista no supo plasmar su teórica superioridad.

El Zenit ejerció desde el principio de 'ogro' del grupo al superar al Valencia en Mestalla por 2-3, aunque lo que más sorprendió es que la que a priori se suponía que era la 'Cenicienta', el Gante, acabase por adjudicarse la segunda plaza que daba derecho a clasificarse a los octavos de final.

Tras perder en la jornada inaugural con el conjunto ruso el Valencia tuvo una buena reacción en cuanto a resultados se refiere al lograr dos victorias seguidas, una ante el Oympique en Lyon, y otra ante el Gante en casa.

Así, con estas dos victorias y a pesar de que el juego del equipo de Nuno ofrecía dudas prácticamente en cada partido disputado, nada hacía presagiar el hundimiento que protagonizaría en la segunda mitad de la fase de grupo.

Con un Zenit intratable, el Valencia ofreció su peor versión al encadenar tres derrotas en otras tantas jornadas, que le dejaron fuera de la Liga de Campeones cuando simplemente con empatar en Gante y en casa ante el Olympique le hubiera bastado para alcanzar los octavos.

Dentro de las previsiones del accionista mayoritario Peter Lim, la presencia en la Liga de Campeones se considera fundamental para su proyecto en el club, pero en su primera incursión en el torneo desde que el magnate singapurés se hiciera con el control de la entidad, el equipo no ha estado a la altura.

Quizá ha contribuido a ello que los jóvenes refuerzos llegados de para el presente curso carecen de la experiencia necesaria para afrontar con garantías una competición en la que toman parte los mejores clubes del mundo, al margen de que en algunos casos la calidad que les ha llevado hasta el Valencia aún esté por acreditar.

Esta temprana eliminación europea, unida a una discreta trayectoria liguera, se llevó por delante a Nuno Espirito Santo y abrió la puerta al inglés Gary Neville.

Como consuelo ha quedado la participación en la Liga Europa, una competición que por prestigio y rendimiento económico dista mucho de lo que ofrece su hermana mayor y más a un club que vivió en los principios de siglo dos finales consecutivas de Liga de Campeones.