En ocasiones los tópicos acaban siendo realidad, y parece que esta es una de ellas. Aquello de que la llegada del delantero francés es "cuestión de horas" encaja en el momento actual de la operación que ha de traer el francés hasta Mestalla.
VALÈNCIA. Uno de los topicazos que utilizamos hasta la saciedad los periodistas en el mercado estival y la cercanía de cerrar las operaciones toma sentido si hablamos del Valencia CF y de Kevin Gameiro. Aquello de que la llegada del delantero francés es "cuestión de horas" encaja en el momento actual de la operación que ha de traer el francés hasta Mestalla.
Blanquinegros y colchoneros intercambian documentación para sacar de manera definitiva al francés de "las garras" de Diego Pablo Simeone. El entrenador colchonero ha estado torpedeando desde el primer minuto el acuerdo entre clubes que se alcanzó en las personas de Mateo Alemany y de Gil Marín. La obsesión del preparador rojiblanco por retener al delantero galo y no reforzar a un rival directo es tan extrema que Gil Marín tuvo que desdecirse de la palabra dada a los de Mestalla y los parámetros marcados para los primeros días de negociación-
Llegados hasta este punto, el poder de Simeone en el conjunto rojiblanco es de tal magnitud que le importó bien poco el acuerdo que su -en teoría- superior alcanzó con la entidad de Mestalla. En primer lugar porque el entrenador entendió que hasta que no le trajeran un reemplazante para el francés (Nicola Kalinic), no le iba a dejar salir. Y por otro porque estimaba que las cifras demandadas por el Atlético al Valencia eran pobres debido a la importancia que tiene para el Cholo el hecho de no reforzar a un rival directo -circunstancia esta comentada en estas páginas días atrás-.
Sobre el tema de la llegada de un futbolista que ocupe el lugar de Gameiro, el director deportivo del conjunto "rossonero", Leonardo de Araujo manifestó que el acuerdo entre italianos y colchoneros para el traspaso del delantero croata Kalinic estaba ya cerca de producirse.
En lo referente a las cantidades, los colchoneros han subido el precio de salida del futbolista galo -de 14 a 16 millones de euros-. En este punto, Mateo Alemany intenta que la negociación tome un rumbo menos oneroso y pretende que las variables de la operación (o porcentaje de una futura venta) puedan convencer a los propietarios del Wanda para cerrar el traspaso.
La pelota está ahora en el tejado colchonero. Pero parece que siete años después, este es el pulso definitivo para que Gameiro aterrice en Valencia.