VALÈNCIA. El Valencia Basket, inmerso en su primera pequeña mala racha de la temporada, al haber perdido dos partidos consecutivos, mide su capacidad de reacción física y mental este domingo con la visita de un Casademont Zaragoza al alza y antes de una complicada semana de tres partidos.
El equipo de Álex Mumbrú ya sufrió para ganar al ALBA Berlín pero después ha firmado dos muy malos encuentros en las pistas del Joventut en la Liga Endesa y del Armani Milán en la Euroliga. Sus derrotas han llegado con justicia y acompañadas en ambos casos, especialmente en Italia, de una mala imagen.
El conjunto valenciano se ha mostrado falto de dureza para soportar los contratiempos que ha tenido y que incluye la lesión al poco de empezar el choque de Chris Jones en Badalona, la baja de última hora de Boubacar Touré ante el Milán por un virus y que esa misma razón impidiera al serbio Stefan Jovic jugar más de cuatro minutos en ese encuentro. Los tres son duda para el partido.
Ni los jugadores con más peso ni tampoco los menos habituales, que han tenido más espacio para brillar, han dado la talla en los dos choques anteriores, una situación que pueden revertir este domingo.
Con la visita del Real Madrid este martes y la que hará el viernes al Barça, en ambos casos en la Euroliga, Mumbrú tratará de repartir los minutos para reservar a los jugadores más habituales si el desarrollo del partido lo permite. La única baja segura es la de Martin Hermannsson pero el técnico deberá hacer dos descartes más, bien por problemas físicos o bien por decisión técnica.
La derrota en Badalona no ha descabalgado al Valencia de la zona alta de la clasificación dado que es tercero con el mismo balance que el Barça que es segundo pero un nuevo tropiezo sí que podría hacerle caer de los cuatro primeros clasificados.
Enfrente tendrá a un Zaragoza que está en la zona baja pero mucho mejor de lo que estaba tras haber sumado dos triunfos seguidos con una buena aportación de jugadores como Mark Smith, Obi Emegano, Santi Yusta o Trael Bell-Haynes y con un Jahlil Okafor, número 3 del draft de 2015 y con una carrera en la liga estadounidense marcada por las lesiones.