VALÈNCIA. El entrenador del Valencia, José Bordalás, afirmó tras el último encuentro del Valencia en casa que cinco victorias locales en dieciocho partidos son un “número de descenso”, registro que se enmarca en la historia reciente del club, que no ha ganado ante su afición ni la mitad de los choques disputados en casa desde que el empresario Peter Lim llegó en octubre de 2014, hace más de siete años.
No haber ganado ni esa mitad de los partidos en casa (en concreto un 47 por ciento) sitúa el porcentaje de esta etapa diecisiete puntos por debajo del habitual en toda la historia del Valencia hasta la llegada de su actual máximo accionista, cuando superaba el 64 por ciento de los partidos jugados en su estadio con victoria (822 en 1.287 encuentros).
Una de las claves del discreto rendimiento general en esta campaña ha sido la debilidad como local con esos únicos cinco triunfos, dos de los cuales, además, llegaron en los dos primeros de este ejercicio, ambos en agosto del pasado año ante Getafe y Alavés.
Luego Villarreal y Elche, todavía en 2021, y el último a principio de marzo de 2022 ante el Getafe completan la lista de triunfos como excepciones de una tendencia negativa que refleja que Mestalla ya no es el recinto casi inexpugnable de otros tiempos. Estas cifras han alejado al Valencia de cualquier posibilidad de alcanzar posiciones europeas.
Desde que la Liga se juega con veinte equipos a partir de la temporada 1997-1998, la peor campaña en cuanto a victorias del Valencia ante su público fue la 2015-2016 con tan solo seis triunfos, cifra que en caso alguno mejorará el equipo este año.
Fue una Liga en el que el Valencia, ya con Lim al frente de la entidad, tuvo cuatro entrenadores (Nuno Espirito Santo, Salvador González “Voro”, Gary Neville y Pako Ayestarán). En la campaña 2007-2008 y en la 2018-2019 los triunfos locales fueron siete y en la 2016-2017, ocho.
Si los registros se centran únicamente en el ciclo iniciado con el aterrizaje del actual máximo accionista, el Valencia la estrenó con un triunfo por 3-1 ante el Elche en la campaña 2014-2015, la mejor ante su público de todo este periodo.
El partido de aquella tarde, en la que la afición aclamó a Peter Lim como solución de los problemas del club, era el quinto del campeonato en Mestalla y desde entonces han sido 147 los partidos de Liga celebrados en el recinto valenciano.
El balance de esta etapa es de 69 triunfos locales (47 por ciento del total de los encuentros), lo que significa que más de la mitad de los choques han acabado sin que la afición saliera del estadio con la sonrisa que produce un triunfo del equipo al que apoya.
Hay temporadas de otras épocas del Valencia en el que las victorias han sido escasas, pero han coincidido con años en los que en el campeonato jugaban menos equipos y, como ejemplo, sirve que en la temporada 85-86, en la que el equipo descendió a Segunda División, los triunfos locales fueron seis de diecisiete.
Para aliviar estos guarismos adversos, el conjunto valenciano debe cerrar la Liga el domingo ante el Celta con un triunfo que no resolverá ninguno de los problemas de la temporada, pero que al menos paliará el pésimo sabor de boca que a los valencianistas les ha quedado de los días en que han acudido a Mestalla a presenciar un triunfo que pocas veces se ha producido.