VALÈNCIA. El delantero argentino del Elche, Guido Carrillo, se ha encontrado esta temporada con un adversario inesperado, ya que hasta en tres ocasiones el video arbitraje le ha impedido strenar su cuenta goleadora con el equipo ilicitano.
El atacante, suplente habitual ante el buen momento de su compatriota Lucas Boyé, ha rendido a un buen nivel cuando tanto el anterior entrenador, Fran Escribá, como el actual, Francisco Rodríguez, han contado con él, pero se le ha negado la suerte del gol por detalles.
Carillo ya vio cómo el VAR anulaba un gol por fuera de juego en los últimos instantes del partido ante el Deportivo Alavés (1-0), rival directo en la permanencia, que hubiera supuesto el empate.
El tanto llegó en una acción muy similar a la que le costó el gol de la derrota a España ante Francia en la pasada Liga de Naciones, pero en esta ocasión el colegiado Gil Manzano entendió que el intento de despeje del defensa no rompía el fuera de juego del delantero del Elche.
Poco antes de Navidad, el atacante, que había recuperado el olfato goleador con dos tantos en la Copa del Rey en Leioa, tampoco tuvo fortuna ante el Valencia, ya en el tiempo de descuento.
Un remate del argentino, a escasos centímetros de la línea de gol, fue despejado por Cillessen desde dentro de la portería en una acción polémica, ya que algunas imágenes posteriores sí mostraron que el balón había traspasado la raya.
El VAR no corrigió la decisión del colegiado de no conceder el gol y el partido acabó con victoria del equipo valenciano (2-1) para indignación del delantero, de su entrenador y de la afición ilicitana.
Ya en el primer partido del año, y ahora con Guido Carrillo como titular, la polémica volvió a acompañar al delantero argentino en su partido ante el Granada (0-0).
El jugador, tras un remate al travesaño, empujó el balón a la red en una acción que en primera instancia fue concedida como gol, aunque posteriormente, y tras consulta con el VAR y visionado de las imágenes, el árbitro Cordero Vega decidió anular la acción por falta sobre el portero Maximiano.
Poco antes del descanso, el atacante también reclamó un penalti por un puñetazo del portero del Granada, quien en su intento por interceptar un centro golpeó en la cara de Carrillo, quien tuvo que ser atendido durante unos minutos sobre el césped.
A pesar de no contar con muchos minutos y de que aún no ha logrado marcar, el atacante de Magdalena, de 30 años, se ha ganado el cariño de los aficionados ilicitanos, que despidieron al jugador, tras ser sustituido, con una gran ovación y coreando su nombre.
Tras el partido, el jugador, en declaraciones a los medios del club, lamentó que de nuevo las decisiones arbitrales hayan jugado en su contra y hayan impedido a su equipo sumar dos puntos más y ponerse en ventaja en otro partido.
“Contra eso no se puede hacer nada”, dijo el delantero, quien agradeció el cariño de su afición. “Esa ovación fue una caricia muy grande”, confesó.