CASTELLÓ. La dirección del Castellón se está tomando con desmedida calma la elección del sustituto de Rubén Torrecilla como entrenador del primer equipo. El extremeño, despedido tras el empate en casa cosechado ante la Real Sociedad B en el último partido de 2022, sigue sin tener un relevo definitivo cuando se cumple exactamente un mes desde que la directiva encabezada por Bob Voulgaris tomara esta drástica medida.
El club anunció el cese de Torrecilla el 18 de diciembre en un escueto y frío comunicado en el que añadió que “en los próximos días se dará más información al respecto”. Han pasado 31 días y no ha habido ninguna referencia nueva a este asunto desde el club. Ni siquiera la incorporación de Alejandro Jiménez como técnico provisional fue anunciada en sus medios oficiales. Todo esto ocurre en plena crisis de resultados de un Castellón que suma seis jornadas consecutivas sin ganar.
Jim, que en un principio parecía destinado a dirigir únicamente las primeras sesiones de trabajo del equipo tras el parón de Navidad y Año Nuevo, ya se ha sentado en el banquillo orellut frente a Real Unión de Irún y UD Logroñés. No hay que descartar que haga lo propio ante Osasuna B el próximo domingo, ya que el club sigue sin tener resuelta la incógnita del entrenador a tres días de viajar a tierras navarras. De momento, su balance es de dos empates en otros tantos partidos.
La demora en la elección del técnico no es la primera que protagoniza la nueva propiedad del Castellón, ya que con anterioridad se tomó tres meses para cubrir el puesto de director deportivo que dejó el destituido Fernando Gómez Colomer. El club recurrió a una oferta de empleo en internet para escoger al candidato ganador, que acabó siendo Ramón Soria, tras una larga espera. Quien fuera ojeador, técnico asistente, abogado deportivo y futbolista fue nombrado director de reclutamiento albinegro el pasado 9 de enero, justo cuando se cumplía una semana de la apertura del mercado de fichajes.
Soria se unió al club de la Plana con el tiempo justo para trabajar en las altas y bajas proyectadas para el primer equipo, ya que tiene de plazo hasta el 31 de enero para cerrar todas las operaciones.