VALÈNCIA. El Elche encara la recta final del año 2020 con el objetivo de mantener la cómoda diferencia de cinco puntos que actualmente tiene respecto a la zona de descenso en un mes y medio en el que le esperan varios duelos ante teóricos rivales directos.
El conjunto ilicitano ha realizado un arranque de competición notable si se tienen en cuenta las circunstancias que rodearon su regreso a Primera.
El Elche, que ascendió en la última semana de agosto y apenas a quince días del arranque de la nueva temporada, realizó una profunda renovación de su plantilla y de su cuerpo técnico.
Además, el conjunto ilicitano, que suma once puntos, cuenta con dos partidos pendientes, si bien son de máxima dificultad ya que se trata de las visitas al campo del Barcelona y del Sevilla.
El grupo de Jorge Almirón está satisfecho de su buen inicio y convencido de que aún tiene que ir a más en cuanto sus catorce fichajes se adapten al grupo, pero es consciente de que aún no ha conseguido nada.
En las dos próximas jornadas, el Elche tiene partidos ante el Levante, ahora situado en la zona de descenso, y Cádiz, otro recién ascendido, que pueden ayudarle a consolidar su cómoda posición o, por el contrario, acercarlo a la zona de peligro.
Es en estos duelos directos en los que el conjunto de Almirón ha ofrecido su mejor versión hasta la fecha, ya que fue capaz de ganar en Eibar (0-1) y Vitoria (0-2) y no perder ante Huesca (0-0) y Celta (1-1).
Tras estos dos partidos, el equipo ilicitano afrontará tres encuentros de forma consecutiva de gran dificultad y ante rivales de la zona alta, como Villarreal, Granada y Atlético de Madrid.
Osasuna, otro rival directo, y Real Madrid, ambos en el Martínez Valero, cerrarán para el Elche un 2020 que el equipo ilicitano pretende despedir con la permanencia encarrilada.