VALÈNCIA. Gattuso apareció cariacontecido en la sala de prensa de Mestalla tras la derrota de su equipo ante el Mallorca. Semblante serio y gesto alicaído, la preocupación era patente en el gesto de un hombre de carácter fuerte como es el calabrés quien además no dudó en ponerse como el primer responsable de la situación para ejercer de escudo ante su plantilla: "El primer responsable soy yo porque quería ganarlo con 1-1 y he puesto dos delanteros en el campo. Pienso que he puesto al equipo en una condición que no es de privilegio. Quería ganarlo pero hemos perdido. Hemos sufrido. Tenían mucho campo y es mi culpa".
La realidad marca unos alarmantes síntomas para el equipo que, a día de hoy es incapaz de sostener con continuidad la intensidad de las primeras partes. Al equipo le sacaron los colores en las segundas partes ante el Espanyol en Cornellà, ante el Elche en Mestalla, ante el Sevilla en el Pizjuán y ante el Mallorca nuevamente en feudo propio. Ya no es un problema de ofrecer una imagen en casa y otra fuera, es ya un problema de inconsistencia que propicia que los puntos vuelen de manera lastimosa.
El grupo tiene un problema que se larva por lo general en la zona ancha sea cual sea la combinación que el italiano disponga. ante el Espanyol Guillamón, Ilaix y Almeida fueron quienes empezaron sobre el campo y Guillamón, Nico y Hugo Duro fueron los que acabaron empatando in extremis con aquel extraño gol de Cömert. Ante el Elche Nico, Yunus y André salieron de inicio pero fueron incapaces de completar la remontada que acabó con Nico, Ilaix y Lato sobre el terreno de juego. En el Pizjuán la tripleta inicial en el centro del campo fue para Guillamón, Yunus e Ilaix (con la ayuda de Foulquier en la banda derecha) y el partido se escapó en el tramo final cuando ya eran Nico y Almeida los que acompañaban a Guillamón en el centro. Y finalmente ante el Mallorca comenzaron Nico, Yunus y Almeida pero acabaron Guillamón y Yunus al centro con Hugo Duro y Lino a las banda en un 4-4-2 que acabó siendo letal para los intereses blanquinegros.
Si el equipo tiene un problema, también lo tiene Gattuso. El entrenador plantea de manera brillante los partidos de inicio y suele maniatar al rival y ser muy superior. Incluso en ocasiones, como en el partido del Pizjuán con la presencia de Foulquier en la derecha, sorprende al rival y lo somete. Sin embargo se queda sin respuesta cuando el rival le cambia las piezas. Ocurrió ante el Espanyol cuando Diego Martinez relevó en el descanso a Puado y sacó al campo a Aleix Vidal, y dio entrada en el minuto 72 a Keidi Bare en el lugar de Edu Expósito. Misma situación para el partido del Elche cuando Almirón relevó en el entreacto a Collado y Josán para meter a Ponce y Nico Fernández. Ante el Sevilla Sampaoli también esperó al final de la primera parte para retirar a Montiel y Acuña y dar entrada a Lamela y Delaney. Y ante el Mallorca, "el vasco" Aguirre ante el 1-0 marcado por Cavani, desmontó la defensa de 5 y pasó a un 4-4-2 con un triple cambio en el minuto 55. Relevó al central Copete y metó a Dani Rodríguez, sacó a Bataglia y metió a Baba, y finalmente Amath N´Diayé entró por Antonio Sánchez.
Gattuso sabe que hay problemas y que el equipo se está cayendo ante las adversidades. Por eso más que hablar de rostro serio en la rueda de prensa post Mallorca, podríamos hablar de rostro preocupado, sabe que tiene mucho trabajo por delante en Paterna. Lo tiene en el aspecto mental ante la debilidad mostrada por su equipo: "Es normal que cuando llega el miedo de no ganar, de fallar muchos pases, pueden bloquear a los jugadores jóvenes como tenemos nosotros" y sabe que lo tiene a nivel futbolístico para tratar de buscar soluciones que de momento no existen cuando el rival cambia el planteamiento inicial: "Es inaceptable perder un partido de esta manera. Tengo la obligación de seguir, de hablar, de trabajar, de corregir lo que nos está matando los últimos meses. Ese es el camino".
Por si las adversidades no fueran ya pocas, encima el sábado llega el Barça y las cartas en la zona ancha están marcadas con la ausencia de Yunus por acumulación de amonestaciones y la de Nico González por la cláusula del miedo que el Barça sí incluyó en su contrato de cesión.