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La atleta valenciana del Proyecto FER de 21 años tiene un gran palmarés a sus espaldas y un prometedor futuro a nivel internacional que espera culminar en la máxima competición a la que aspira todo deportista
VALÈNCIA. Fátima Diame (22/09/1996, Valenciana) es una de las grandes promesas del salto de longitud, no solo de la Comunidad Valenciana, sino de España, que ya está brillando en las pistas de atletismo. El pasado febrero se coronó en el Campeonato de España absoluto de salto en pista cubierta en el Velódromo Luis Puig de València. Con 21 años la deportista del Proyecto FER está consiguiendo marcas espectaculares con la mirada puesta en representar a España en los próximos Juegos Olímpicos.
“El año 2017 digamos que fue uno de los mejores a nivel deportivo, quedé campeona de España de mi categoría, 5a de Europa, salté 14 metros en triple y fui al Mundial de Londres. Fue un gran año”, explica Fátima a Plazadeportiva.com. Con un 2018 recién empezado, la deportista piensa que “será un gran año también”.
Los retos que se ha marcado la valenciana para los próximos meses pasan por el Campeonato del Mediterráneo sub-23 y poder disputar el Europeo absoluto de Berlín. Sobre los objetivos concretos que se marca la atleta, asegura que “No soy una persona que se ponga marcas por batir, quiero ir superándome poco a poco, y sin lesiones”. Y es que Fátima pasó en 2016 su peor año primero se lesionó el tobillo en el Nacional sub-23 y más tarde sufrió unos problemas en el cuádriceps que fulminaron sus opciones de ir a los Juegos de Río.
Respecto a la máxima aspiración de la valenciana es clara y contundente: “Quiero llegar a unos Juegos Olímpicos”. Con las magníficas actuaciones de Fátima pese a su juventud, no cabe duda de que, a dos años de que se celebren las próximas Olimpiadas en Tokio, la atleta podrá estar preparada para representar a España en el salto. Además de tener una gran referencia dentro de nuestro territorio como es Concha Montaner, Fátima tiene también de espejo en el que mirarse a Niurka Montalvo, atleta española de origen cubano que llegó a ser Campeona del Mundo.
Unos objetivos ambiciosos de la valenciana que no podría tener en el horizonte de no ser por el Proyecto FER. Fátima admite que “a parte de ser una gran familia para mí, me ha aportado confianza en mi misma, muchos amigos de otros deportes y muchas ayudas”.
La deportista no dio sus primeros pasos en el salto. “Cuando empiezas vas probando, de todas las pruebas vas disfrutando y jugando. Tenía 14 o 15 años cuando empecé con los saltos”, cuenta Fátima, quien asegura que decidió empezar a competir de verdad alentada por su entorno. “Poco a poco iba destacando más, pero siempre disfrutando, me motivaban mi entrenador, mis amigos y mis padres”.
Dedicarse profesionalmente al deporte que le apasiona no le ha impedido continuar con sus estudios, aunque asegura que es difícil compaginarlo. “Tienes que tener mucho sacrificio y constancia. A veces me costaba compaginarlo con las prácticas de enfermería. Llega un momento en el que te acostumbras, al principio era duro, pues a veces no puedes salir una tarde con amigos por que tienes que adelantar cosas de clase o estás demasiado cansada del entrenamiento”. Aunque la vida es cuestión de prioridades, Fátima es una muestra más entre los deportistas del Proyecto FER de que con voluntad y esfuerzo se puede llegar a todo.