Hoy es 14 de octubre
VALÈNCIA. El Llevant dio un baño al Valencia mientras le duró la gasolina. Con un sistema defensivo normal de Primera división y un pelín de acierto en ataque la primera mitad pudo acabar con una goleada de escándalo. El Valencia tuvo ese tipo de fortuna que siempre escuchamos a nuestros mayores llamar xota, incluida la del gol anulado a Melero por mano de Campaña (correctamente) y aprovechó la catástrofe defensiva que fue el Llevant por el centro durante los 90 minutos. Así fue como llegó vivo al 70'. Y eso que tuvo un travesaño de Mosah que lo pudo poner por delante en el 52'. En ese momento fue algo excepcional; minutos después se convertiría en la tónica general del partido: regalos del Llevant en la medular, con jugadas inacabadas, sin ancla para evitar las transiciones y con dos centrales incapaces de meter el pie, hacer una falta a tiempo o gestionar alguna anticipación. En el empate de Maxi, Pier no intentó ni molestarle alargando la pierna. La actitud defensiva fue de una indolencia alarmante.
En la segunda mitad hubo un momento en que dio la sensación de que ambos equipos estaban muertos y el partido, roto. Gracia lo vio claro. Refescó sus piezas y observó, incrédulo, la pasividad de su homólogo, que ya le había regalado la ventaja de no hacer cambios y, con ello, de menguar el dominio granota, en juego y ocasiones, y equilibrar fuerzas. El míster debutante del Valencia asistió entonces a la superioridad de su equipo, algo que jamás llegó a soñar, cariacontecido en la banda, hasta ese momento.
En el 75' el Valencia se adelantó. Alguien dirá que tuvo mérito el centro de Cheryshev, el despiste de Maxi y la definición de Vallejo, pero ¿qué hubiese sido de todo ello sin la ataraxia en la banda derecha blaugrana y las caderas de algarrobo de los centrales granota? Sólo entonces despertó de su letargo Paco López, con todo ya cuesta arriba. Dio entrada a De Frutos y Vukcevic, pero era tarde. El resto del equipo estaba fundido y anímicamente hundido. Muy tarde. Al Llevant no le quedaba fuelle y además, con las ideas justas y la imprecisión en unas piernas a un paso del calambre, se empecinó en meter balones interiores, muy fáciles para el rival, y en arriesgar docenas de balones que se convertían en pérdidas peligrosas que habilitaban al Valencia para un festín de contragolpes. Algo parecido a la primera mitad, cuando todos estaban a tope, pero al revés.
El 4-2 de Vallejo en el 93' fue anecdótico. En realidad el Llevant apenas tuvo ninguna opción para empatar y el Valencia teatralizó cada roce para llevarse el partido, tras una primera mitad contra las cuerdas. La inesperada victoria y la forma de conseguirla inyectó cierto optimismo entre las huestes mestallistas. Gracia es un buen entrenador pero el Valencia de ayer, o cambian mucho las cosas o tiene un equipo justito para no flirtear con el descenso. En cuanto al Llevant, preocupan una cuantas cosas: que Paco López haya reincidido en un error que parecía superado: el de la gestión de los cambios. Y que crea que este equipo es viable sin Vukcevic, el titular más indiscutible, el único capaz de aportar el equilibrio que permite ir ganando en Mestalla con una superioridad aplastante y no acabar regalando un 4-2. Y sobre todo que pretenda sobrevivir en Primera sin centrales de garantías.
Valencia CF 4-2 Llevant UD
0-1 Morales 1'; 1-1 Paulista 11'; 1-2 Morales 35'; 2-2 Maxi 38'; 3-2 Vallejo 74'; 4-2 Vallejo 93'.
UNO A UNO: Aitor (5); Miramón (5), Pier (3), Duarte (3) (Coke (sc) 84'), Clerc (4); Radoja (4) (Postigo (sc) 84'), Melero (6) (Vukcevic (5) 77'), Campaña (5), Bardhi (5) (De Frutos (6) 77'); León (3) (Gómez (4) 59'), Morales (8).
—Paco López (3).