El extremo de Foios disputó el último cuarto de hora en el Camp Nou, dio una asistencia a Santi Mina y demostró que no le pesan los partidos 'grandes'
VALÈNCIA. Con el honor de ser el primer jugador nacido en el año 2000 que ha debutado en Primera División, a la temporada de Ferran Torres no le están faltando emociones fuertes en sus primeros pasos como futbolista en la élite. Varias horas de avión el miércoles desde Gran Canaria hasta Barcelona fueron la antesala a un momento con el que todo jugador joven sueña: debutar con el equipo de su corazón en un gran escenario como el Camp Nou.
Las horas previas a un momento tan señalado fueron de bastante ajetreo, ya que el jugador tuvo que abandonar precipitadamente la concentración de la Selección Española Sub-19 en Maspalomas para acudir a la llamada de Marcelino debido a las numerosas bajas en el equipo: "Al principio no me lo creía, me vine de correprisas para Barcelona a concentrarme con el equipo", confesó el jugador el jueves por la noche a la TV oficial del club.
El martes, Ferran Torres marcó un golazo de cabeza ante la República Checa; el miércoles, viaje relámpago en avión hacia Barcelona; y el jueves, en el minuto 75 de partido, el de Foios saltaba al césped del Camp Nou en sustitución de su compañero y amigo Carlos Soler. Un momento inolvidable a sus 17 años: "Ha sido un sueño para mi. En el momento en el que me ha llamado el míster no me lo creía, en una semifinal de Copa del Rey en el Camp Nou... Es algo que he podido cumplir", afirmó.
Lo hizo con un nuevo dorsal a la espalda, que simboliza su entrada en el primer equipo a todos los efectos: "Como nací en el 2000, el número '20' me ha gustado desde siempre", explicó entre risas. Un número con el que disputó más de un cuarto de hora en uno de los grandes escenarios del fútbol español, en lo que supone su tercera aparición con el equipo esta temporada tras su debut en Eibar en la jornada 16 (jugó 9 minutos) y los 23 minutos disputados ante Las Palmas en el cómodo triunfo por 4-0 de los valencianistas en Copa.
Quizá para sorpresa de muchos, el joven Ferran Torres no desentonó en absoluto en un partido de máxima exigencia. Aunque su posición natural es la de extremo derecho, Marcelino optó por colocarlo en el costado izquierdo, donde tuvo que lidiar con Sergi Roberto y gran parte de los centrocampistas culés. Aunque entró algo frío y una de sus pérdidas ocasionó una peligrosa contra a favor del Barça, pronto se entonó y aportó detalles interesantes en el centro del campo. Incluso tuvo tiempo para dar una excelente asistencia a Santi Mina, con un balón en profundidad que dejó sólo al de Pontevedra y este no supo resolver con acierto ante la salida a la desesperada de Cillesen.
A las numerosas felicitaciones tras el partido le siguió, a renglón seguido, el pensamiento inmediato del compromiso del fin de semana ante el Atlético y el trascendental choque de vuelta el jueves que viene en Mestalla ante el Barça. De cara a ese partido, Torres hizo un llamamiento a los aficionados: "Que confíen en nosotros, vamos a sacar a adelante esta eliminatoria".