VALÈNCIA. La quinta edición de la Shooting Academy en colaboración con Europrobasket llega a su fin tras una semana en los que los participantes han tenido la oportunidad de mejorar en el tiro, uno de los conceptos más importantes en el baloncesto. 90 jóvenes jugadores y jugadoras venidos desde España y el extranjero trabajaron bajo la dirección de entrenadores de Valencia Basket encabezados por Pascal Meurs.
Los alumnos han realizado ejercicios que les ha permitido mejorar su mecánica en el lanzamiento y han tenido sesiones de partido en los que han podido poner en práctica aquello que habían entrenado durante los entrenamientos anteriores. Los participantes han estado supervisados en todo momento por entrenadores que les han corregido los fallos y les han ayudado a realizar los ejercicios de manera correcta para que, durante la temporada, puedan seguir mejorando individualmente en los aspectos que han estado trabajando.
Meurs, director del Campus, explicaba que “en Valencia Basket queremos ser la mejor academia de tiro en Europa. Tenemos 90 chicos de países diferentes muy motivados para mejorar el tiro. En el baloncesto moderno el tiro es el fundamento más importante en el juego. Es un placer ver que, durante el tiempo libre, pasando todo el día juntos, hablan en idiomas diferentes entre ellos. Es una experiencia para la vida de cada uno”.
Emre Bayazit, que llegaba desde EE. UU., compartió que “lo que me gusta de este campus es la competitividad cuando jugamos uno por uno, dos por dos o tres por tres. Siendo mi primera vez estaba un poco nervioso por venir a un campus nuevo en un país nuevo. Me gusta porque nos enseñan a jugar con control y la mecánica correcta para tirar”.
Pablo Sandford ha sido uno de los chavales que ha participado tanto en el Skills Camp, celebrado hace dos semanas, y posteriormente el Shooting Academy. Explicaba que en el primer campus estuvo trabajando el bote y que ambas semanas “los entrenadores me han estado empujando y me han ayudado mucho”.
Claudia Montero, de un club de aquí de Valencia, valoraba que en este tipo de campus “aprendes a hacer nuevas amistades de otros países, hablas otros idiomas como inglés. Los entrenadores me parecen buenas personas porque te ayudan, pero de una manera educada. Aprendes más cosas de las que a lo mejor aprendes en tu club”.