VALÈNCIA. Fran Villalba está en la agenda del Levante de cara a la próxima temporada y el Levante está en la agenda de Fran Villalba. Felipe Miñambres tiene al centrocampista del Sporting de Gijón en la lista de futuribles y el valenciano ve en el Ciutat un buen lugar donde recalar una vez salga de Asturias a final de curso. Tanto es así que, pese a tener en su puerta a clubes que la campaña que viene seguirán militando en Primera División, el granota está entre sus prioridades para la próxima temporada.
Eso sí, hoy la entidad gijonesa vive una situación tensa con el jugador al adquirir sus derechos sin su aprobación el pasado mes de febrero, después de que llegara a El Molinón este pasado verano bajándose considerablemente el salario respecto al que asumía en el Birmingham. Cope Valencia informó de que el nuevo director deportivo levantinista destapó la carta de Villalba al conocer el conflicto con el Sporting y, casi dos meses después, sigue siendo capitán general en los esquemas de José Luis Martí.
Su futuro se resolverá una vez acabe la temporada y la dirección sportinguista, encabezada por Javi Rico, sabe que está abocada a llegar a un acuerdo con el centrocampista y venderlo por una cantidad asumible a la conclusión del campeonato. Es ahí donde entra en escena el Levante, que de cualquier modo tendrá competencia en la máxima categoría: el Rayo, por ejemplo, también está pendiente; y en Segunda varios aspirantes al ascenso se han interesado.
Lógicamente, el posible descenso en Orriols podría ser un hándicap, pero aunque Miñambres no ha movido ficha, el proyecto de regreso a Primera, el rol que se le hace ver en plantilla con salidas importantes este verano y su tierra llaman la atención de un Villalba que, desde la distancia, sabe del interés granota y ha seguido de cerca algunos encuentros. De hecho, se pasó por el Ciutat para presenciar in situ el derbi, antes de que explotara el choque contractual con su club y el Levante presentase candidatura.
Está por ver cómo termina el periplo de Fran Villalba como rojiblanco, pero tal y como informó Marca en febrero y confirmó este diario, el Sporting negoció con el Birmingham, club del cual era propiedad el valenciano, la compra del jugador. Y llegó a un acuerdo sin su consentimiento, algo que evidentemente no gustó al centrocampista. Tanto es así que no firmó su nuevo contrato después de haberse reducido el salario al aterrizar en la ciudad con el objetivo de facilitarle al club su cabida en plantilla a ojos de La Liga y ser inscrito.
El quid de la cuestión reside en que, una vez Villaba rubricase en invierno su llegada en propiedad al Sporting, tenía apalabrado hacerlo con los emolumentos que percibía en Inglaterra. Y eso no está contemplado en la ficha acordada recientemente sin su validación. En Gijón se habló de una posible denuncia en caso de negarse el jugador a estampar su firma, pero es una vía que las partes prefieren evitar, por lo que están condenadas a entenderse en la próxima ventana de transferencias. El Levante está al acecho desde hace dos meses y sabe que Villalba ve con buenos ojos la opción azulgrana pese a los intereses de élite.