Gattuso pide compromiso cara a cara

VALÈNCIA. Matinal de resaca dura y amarga en Paterna tras el batacazo copero del jueves. Sin embargo, la dinámica de partidos a afrontar (cuatro desde el 26 de enero hasta el 6 de febrero, en semana y media) no da para pararse y mirar al horizonte; hay que intentar coser las heridas con el tren en marcha. El equipo afronta los tres próximos compromisos en 7 días partiendo desde una puntuación que le separa tan solo en tres puntos de los lugares de descenso, con una sola victoria en 9 jornadas y ningún triunfo liguero desde que volvió la liga tras el parón por el mundial.

La mañana de ayer arrancó en Paterna con la sensación de tocar fondo ante el Athletic tal y como dijo Gattuso en la rueda de prensa posterior al adiós copero. Las malas sensaciones dieron paso a dos reuniones: una de los futbolistas en el vestuario sin nadie del cuerpo técnico. Los jugadores con más peso en la plantilla advirtieron de cómo se pueden complicar las cosas si el equipo continúa por la misma senda y no se subsanan determinados vicios sobre el terreno de juego.

El otro encuentro fue el del vestuario con su entrenador. Recordemos que Gattuso dijo el miércoles antes de enfrentarse al equipo bilbaíno que caso de no sentir apoyo del vestuario y convicción en sus ideas él mismo hablaría con el club para marcharse a casa. Pese a que tras la derrota ante el conjunto vasco dijo: "No es mi estilo irme a la primera dificultad", también es cierto que añadió que quería escuchar a su equipo para ver que está ocurriéndoles. "Mañana hablaré con ellos y veré qué está pasando, por qué tenemos miedo, por qué cuando preparamos cosas a la primera dificultad fallamos... Mañana tengo que escuchar qué está pasando", dijo el entrenador.

Así que Gattuso se encerró con sus jugadores y tiró de sinceridad cara a cara para preguntarles qué problemas detectan y para mirarles a los ojos y pedirles compromiso. La frase que desveló Deportes Cope Valencia, dirigida a los jugadores de: Si os cansáis de mí, decídmelo", buscaba que el equipo se descarara y hablara a las claras sobre el trabajo del entrenador. Precisamente porque algunas voces discordantes se vienen escuchando en el sentido de que la excesiva intensidad con la que el entrenador da las charlas habría provocado que algunos de ellos se desconectara de las mismas. No hubo reproches, sino propósito de enmienda y el cuerpo técnico salió satisfecho del intercambio de impresiones con su vestuario.

Ahora queda refrendarlo sobre el terreno de juego el domingo ante un Valladolid que está a tres puntos de los valencianistas, que lleva cinco derrotas seguidas en liga (no gana desde la jornada 13 al Elche por 2-1) y que además no marca un gol en primera desde el 5 de noviembre. 

Uno de los dos contendientes va a salir muy mal herido del choque de mañana.