VALÈNCIA. Con la tercera renovación en su carrera desde que es futbolista de la primera plantilla, José Luís Gayà firmará un contrato que debe prolongar su carrera como valencianista hasta las 14 temporadas desde que debutara en el primer equipo el 27 de abril de 2014.
Desde aquel momento, fue meteórica su carrera y en el verano de 2014 se produce un hecho fundamental para la figura del de Pedreguer. Ante el problema económico que ya apretaba al club, ese verano Salvo traspasa a Bernat al Bayern de Munich alentado -entre otros factores- por los informes de Rufete que apuntaban a Gayà como un jugador mejor incluso que el entonces lateral izquierdo titular.
Con la salida de Bernat y la llegada de Nuno al banquillo, la figura de Gayà comienza a crecer de manera meteórica en el terreno de jugo y en su primera temporada se convierte en lateral indiscutible y titular con el primer equipo. Hasta el punto que el Madrid intenta ese verano sondear el entorno del futbolista. El resultado fue fallido porque no contaban con la voluntad de un valenciano de Pedreguer que ha demostrado día tras día que no quiere moverse del Valencia CF.
El resultado de todo aquello fue una prolongación de su contrato hasta 2020 y con una cláusula de 50 millones de euros. Y en ese trayecto Gayà siguió creciendo hasta el punto que debutó de la mano de Luís Enrique en la selección española contra Croacia en partido de la Nations League de septiembre de 2018. Es en mayo de ese mismo año -con el proyecto deportivo en manos de Mateu Alemany- cuando Gayà prolonga su contrato (ya entonces es uno de los capitanes de la plantilla) y lo hace el 22 de mayo de ese año (dos antes de vencer el contrato que expiraba en 2020) y lo renueva hasta 2023 y con una cláusula de que asciende ya a 100 millones de euros.
Tras la destrucción de aquel proyecto y en una crisis deportiva sin precedentes con fuga de futbolistas clave en los últimos años (algunos de ellos valencianos como Ferran o Soler), Gayà ha vuelto a decidirse por el Valencia en el momento más complicado.
No cabe dejar caer en el olvido que el propio Murthy señaló en los audios filtrados en su día que intentó convencer al capitán de que aceptara su traspaso: "A mí me encanta este chico, pero hay que respetar la ambición de querer jugar en la selección, de ir a un equipo de Champions. Si le digo que el año que viene voy a fichar poco me va a decir '¿y que hago yo aquí?. [Jesús] Vázquez va a ser nuestro lateral izquierdo para el año que viene". Y tampoco debe caer en saco roto que el propio Murthy y Joey Lim viajaron a Barcelona para comer con Joan Laporta y ofrecer al jugador (también a Soler) ante los cantos de sirena que venían desde la Ciudad Condal.
Con la llegada de Gattuso y su influjo sobre el entorno del propietario, algunas cosas han cambiado para bien. Se han producido ya algunas renovaciones, pero faltaba la más complicada, por ficha y por status no iba a ser un jugador fácil de prolongar en condiciones normales, a pocos meses de entrar en su último año de contrato (circunstancia que te obliga siempre a mejorar en inferioridad) y a pocas semanas de un Mundial en Catar.
Sin embargo, la feliz noticia se ha producido y ya hay acuerdo para la continuidad de José Luís Gayà hasta 2028 y con cláusula de 100 millones de euros de rescisión. Por el camino, se ha quedado el no a intereses de Atleti, Barça y multitud de equipos extranjeros, y sobre todo la posibilidad de entrar por derecho propio en el olimpo del valencianismo. Allá donde habitan los "one club man" como los históricos Puchades o Claramunt o incluso el último de ellos, David Albelda, y la posibilidad de anotar marcas como las 16 temporadas del hoy embajador del club, Ricardo Arias o los 521 partidos de Fernando Gómez Colomer. Con esta nueva decisión de continuar en el club, José Luís Gayà está ya más cerca de todos ellos y se encamina a solidificar convertirse en una figura legendaria.